Dos víctimas en Urda de la estafa de los revisores del gas

J.M.
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Uno de los ancianos pagó el lunes 166 euros porque el estafador se puso violento. Otro dio 190 euros por la falsa revisión del suministro

Foito de archivo de la Policía Local de Urda. - Foto: David Pérez

Víctor, el policía local de Urda, recibió el lunes una llamada por la tarde. Un vecino alertaba de un intento de estafa a su madre, que consiguió echar de su casa a los dos individuos por los gritos. Otras dos familias de la localidad, ubicadas en la misma calle, sí cayeron en el error de creerse que esos dos hombres trabajaban como revisores de gas de una empresa. La Guardia Civil investigará ahora estas dos denuncias de un clásico del engaño en España.

El alcalde de Urda, Manuel Galán, apuntó en palabras a este diario que las cámaras de vigilancias del municipio registraron el vehículo en el que huyeron los dos individuos. Probablemente no sea casualidad que aterrizaran en este municipio manchego de 2.500 empadronados justo el día en que una empresa oficial autorizada completaba inspecciones. De esta manera, su suplantación cobraba más verosimilitud.

Eran las tres de la tarde cuando empezaron el rali de estafas en los domicilios de ancianos de una misma de Urda. La primera denuncia detalla que los falsos inspectores pidieron primero 80 euros a la víctima, que estuvo de acuerdo con la cantidad. Al final, reclamaban 166 euros. El gesto torcido del anciano desencadenó que el falso revisor modificara el comportamiento y tomara actitudes violentas. El vecino manchego acató el precio por una documentación sin validez, pero que incluye el CIF de una empresa.

Así lo detalla el alcalde, que precisa que la segunda víctima pagó 190 euros por una falsa revisión de gas, denunciada también en la Guardia Civil. «Aparecen sin previo aviso e intentan hacer el cambio de gomas y reguladores cobrando fraudulentamente todas las piezas cambiadas que pueden alcanzar un precio desorbitado», explicaba el miércoles el Ayuntamiento a los vecinos por los hechos ocurridos dos días antes en el término municipal.

«Les recomendamos no dejar entrar a nadie en casa si no han concretado cita previa con la empresa oficial (una empresa oficial acreditada contactará previamente antes de la visita)», apostillaba el equipo de Gobierno, que aconsejaba llamar a la Policía Local o a la Guardia Civil ante una mínima sospecha.

La secuencia de estafas finalizó en una tercera vivienda. La anciana empezó a gritar y consiguió que los dos individuos se fueran del lugar.

El alcalde, quien apuntó que días atrás hubo también falsos revisores de gas en otro municipio cercano, indicó que los vecinos de Urda no denunciaban hechos parecidos hace unos cuatro o cinco años. Se trata de una estafa clásica que regresa a las pequeñas poblaciones para engañar a los ancianos. Cuidado.

De hecho, la Guardia Civil de Toledo avisó hace dos años en un comunicado a los vecinos de la provincia de los ancianos figuran como objetivo principal. «Un revisor autorizado nunca se presentará en casa sin previo aviso y debe ser el consumidor quien elija que empresa realiza esta revisión, bien porque tenga el servicio contratado o porque sea él quien llame para que se realice», detalla la Benemérita, que apostilla también: «No debe abonar dinero en metálico en el momento, debe realizar el pago a través de una factura. Si la revisión la realiza su empresa distribuidora, el pago debe incluirse en el siguiente recibo».