Los rastros de las luminarias todavía eran evidentes en el barrio de San Antón, que ayer festejó al patrón de los animales. Aunque la mañana amaneció con niebla, poco a poco el sol de enero fue ganando la batalla para no perderse la bendición de las mascotas más queridas. A los pies de la ermita del santo pudo a verse a decenas de canes de todas las razas y pelajes, pero también conejos y hasta un caballo. Todos ellos fueron los protagonistas de una de las celebraciones más populares.
Bajo los acorde del himno de España, interpretado por la banda de la Escuela Municipal de Música 'Diego Ortiz', salió la imagen de San Antón de su ermita, portada por cuarto cargadores, que la depositaron en una carroza por la que procesionó por los alrededores del santuario acompañada por un centenar de fieles y por los concejales del PP Iñaki Jiménez y José Vicente García-Toledano y el edil socialista, Teo García. Una representación de mascotas se unieron con sus dueños al cortejo procesional, aunque algunas de ellas, con pocas ganas de caminar y mimosas ellas, acabaron en brazos de sus dueños cumpliendo con más comodidad con la tradición.
Conforme fue avanzando la mañana y se acercaba el final de la misa, un mayor número de animales se fue congregando en la entrada de la ermita esperando a recibir la bendición y la protección de San Antón.
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San Antón fue sacado de la ermita por cuatro cargadores.
Las mascotas fueron las protagonistas de la jornada.
Las mascotas fueron las protagonistas de la jornada.
Las mascotas fueron las protagonistas de la jornada.
Los concejales de Gobierno José Vicente García-Toledano e Iñaki Jiménez y el edil del PSOE, Teo García, asistieron a la procesión.
Fue entonces cuando se produjeron las anécdotas más divertidas. Como por ejemplo el susto que se llevó Teo García cuando un perro se abalanzó sobre él para intentar arrebatarle el panecillo de San Antón que llevaba en su mano. Tras 'reponerse', concejal y mascota se hicieron muy buenos amigos.