El arte inmoral

S. León Navarro (EFE)
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La historia de la pintura está llena de cuadros polémicos que fueron censurados por su temática y explicitud del cuerpo femenino

'La maja desnuda', de Francisco de Goya - Foto: EFE

Son muchos los cuadros a lo largo de la historia del arte que han sido censurados a causa de su temática, la mayoría de ellos por ser demasiados explícitos con el cuerpo femenino, aunque también los hay que tratan ciertos tabúes políticamente incorrectos para la época en la que fueron pintados.

Uno de esos últimos ejemplares adquiridos recientemente por el Museo del Prado es El sátiro, del valenciano Antonio Fillol, que fue retirado de la Exposición Nacional de 1906 por «inmoral».

En el caso de esta última incorporación a la pinacoteca, la pintura muestra una rueda de reconocimiento para que una niña identifique a su violador, un hecho sobre el que «el arte había decidido cerrar mayoritariamente los ojos», según el director adjunto de Conservación del Prado, Andrés Úbeda.

Una suerte similar corrió La maja marquesa, de Beltrán Masses, vetada de la Exposición Nacional de 1915 por mostrar a una mujer desnuda flanqueada por otras dos vestidas con el atuendo de majas, escena tomada por algunos como una insinuación del libertinaje o la homosexualidad de la aristócrata retratada.

Su rechazo y traslado a la Sala de Arte Moderno de Madrid durante seis días solo contribuyó a hacer más famosa la obra tras aparecer en multitud de periódicos, ser defendida por pintores de la época como Julio Romero de Torres y contar con la aprobación de Alfonso XIII en una exposición posterior.

Ejemplos como este sitúan al desnudo como uno de los temas más controvertidos de la historia del arte, con conocidos ejemplos como el de La maja desnuda (1797-1800) de Goya, perteneciente en un principio a la colección privada del ministro Manuel Godoy -con Carlos IV- como objeto erótico y más tarde reclamada por el Tribunal de la Inquisición junto con La maja vestida por ser consideradas «obscenas».

Esta consideración ha desembocado históricamente en casos de censura como el de La alegoría de la inclinación (1616), pintado por la artista barroca italiana Artemisia Gentileschi, expuesto en la casa-museo de Miguel Ángel en Florencia y recientemente devuelto a su estado original después de que el desnudo de la protagonista fuese ocultado con un velo pintado 70 años después de la finalización del cuadro.

Más desnudos

A pesar de la incorporación del desnudo como temática habitual en cuadros impresionistas tras haber estado ligado exclusivamente a motivos mitológicos, este no estuvo exento de polémica a mediados del siglo XIX, cuando la obra de Manet Olympia (1863), que mostraba a una mujer desnuda en una pose similar a la de Goya, hizo saltar las alarmas en su exposición en 1865 en el Salón de París.

En aquella ocasión, el principal pretexto de escándalo radicaba en sus complementos más que en la ausencia de los mismos, ya que la gargantilla, el brazalete y los tacones que lucía la modelo del lienzo hacían pensar que se trataba de una prostituta, ya que estos eran característicos del atuendo de las mismas en el París de fin de siglo.

Un año después de su exposición, la polémica le correspondió a El origen del mundo (1866), una controvertida pintura de Gustave Courbet que muestra el sexo femenino en primer plano.

La vestimenta frente al desnudo también ha hecho tambalear los cimientos de lo políticamente correcto en cuadros como el retrato que la pintora Romaine Brooks realizó de su amiga y escritora Una Tourbridge, en 1924, mostrándola con un atuendo de chaqueta tradicionalmente masculino, un monóculo y actitud altiva.