El Juzgado de Violencia, sin fecha y con un retraso «anormal»

M.G
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El juez decano no ha recibido información del Ministerio de Justicia sobre su puesta en marcha. Los rumores apuntan que podría estrenarse en marzo. Las obras de adecuación de la bajocubierta del edificio tampoco se han ejecutado

La bajocubierta sigue esperando las obras de adecuación - Foto: LT

Algunos proyectos se endiablan en el calendario por distintos motivos y cuesta sacarlos adelante. El inicio de 2024 no ha ido acompañado de la puesta en marcha del Juzgado de Violencia de Toledo, de ámbito comarcal, que tenía que estar operativo desde el 1 de enero, pero todavía no tiene fecha a pesar de la necesidad y del compromiso del Ministerio de Justicia.

«No se sabe nada y no es algo normal», explica el juez decano de Toledo, José Ramón Bernácer, bastante sorprendido por un retraso que no suele ser habitual. De momento, no hay ninguna comunicación oficial del ministerio de Justicia, únicamente rumores que hablan de la posibilidad de que este nuevo órgano de carácter exclusivo, que aglutinará Toledo, Orgaz e Illescas, podría empezar a estar operativo en marzo. 

Sin embargo, el juez decano es prudente y sigue «con inquietud» y a la espera de la comunicación oficial. «Lo que está pasando es algo extraordinario y anormal porque no es lógico que un juzgado que entra en los planes de 2023  siga sin fecha de inicio». Bernácer desconoce los motivos del retraso   y apunta que es el Ministerio de Justicia el que sabrá por qué ha decidido saltarse la fecha prevista, como ha ocurrido también con el  juzgado número 8 de Illescas, que tampoco está operativo y debía estarlo.

Aun así, el juez decano de Toledo está convencido de que el juzgado de Violencia entrará en funcionamiento este año y vuelve a recordar que se trata de un órgano muy esperado desde hace quince años que ayudará a llevar la materia con mayor agilidad, dado que los asuntos relacionados con la violencia machista generan una importante sobrecarga, puesto que actualmente se comparte esta materia con la propia del juzgado.

De momento, Bernácer no se plantea reclamar ante el Ministerio de Justicia porque sabe de antemano «que tendrán sus propios planes y tampoco comunican nada». 

La misma suerte han corrido las obras de adecuación de la bajocubierta del edificio para acoger este juzgado. Aún no se han ejecutado a pesar de que se han tenido poco más de diez meses para efectuarlas y tener todo a punto a 1 de enero de 2024. Bernácer también desconoce qué ha ocurrido en este caso, pero en vista del retraso de la intervención, se ha habilitado un espacio provisional para el Juzgado de Violencia hasta que la bajocubierta esté lista para acoger este órgano.

Es necesario recordar que la puesta en marcha de un juzgado de Violencia exclusivo en Toledo estaba vinculada a la adecuación de la bajocubierta, actualmente utilizada como almacén, puesto que Justicia no crea nuevos órganos si no se garantiza que haya espacio suficiente para ellos. 

La incertidumbre crece en el Palacio de Justicia, pero la Gerencia Territorial de Justicia de Castilla-La Mancha, la encargada de este tipo de adecuaciones, tampoco ha comunicado una fecha de inicio para estas obras en los 1.500 metros cuadrados que permanecen en bruto en el edificio. En principio, se calculó que las obras se iniciarían en el primer trimestre del año pasado, poco después de que se diera a conocer que Toledo tendría juzgado de Violencia, pero no ha sido así. 

En principio, las obras de adecuación de la planta bajocubierta no son complejas porque no es necesario tocar la estructura del edificio, con lo que se supone que el plazo de ejecución será corto. Las obras se adecuarán a las necesidades, aunque no se conoce el proyecto, y se rematará con unas ventanas enrasadas, como suele realizarse en los áticos de los edificios, y unos lucernarios en la cubierta plana para facilitar la iluminación natural.

   

La elección del espacio. Para el Ministerio de Justicia la planta bajocubierta es un espacio óptimo para el Juzgado de Violencia porque ofrece un itinerario sencillo y con las adecuadas medidas de seguridad que necesita un órgano de estas características. Si bien, esos 1.500 metros cuadrados no serán de uso exclusivo de este nuevo juzgado y quedarán metros de reserva para otros órganos y servicios específicos del Palacio de Justicia.

En su momento, el juez decano ya explicó que sería necesario estudiar detenidamente la ubicación de este nuevo juzgado porque también pueden darse más ubicaciones dentro del edificio que garanticen un tránsito interior menor por el Palacio de Justicia.