El Señor de Orgaz cobra vida en los hilos de Mari Carmen

O. Furones
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Más de una veintena de obras conforman una colección única de punto de cruz. Entre las más especiales, 'El entierro del conde de Orgaz', compuesta por unas «45.000 puntadas».

María del Carmen Calvo, junto a su marido José Luis Martínez, sostienen el cuadro del entierro del conde de Orgaz. - Foto: David Pérez

Desde los 11 años, gracias a la Escuela de Arte de Toledo lleva María del Carmen Calvo, ligada al punto de cruz, su pasión.

Desde entonces su vida se entreteje con el frenesí palpable que solo el arte de la aguja puede ofrecer, convirtiendo cada puntada en un poema visual que da forma a su mundo, y «a mí Toledo».
Esta toledana, «nacida en el Casco Antiguo, en la calle de las Bulas», cada tarde, la aguja y el hilo son sus fieles compañeros. Junto a ella, orgulloso, su marido José Luis Martínez, «toledanos de pura cepa, y bautizados en Santo Tomé».

La meticulosidad y el esmero con los que aborda cada proyecto revelan no solo su habilidad técnica, sino también la devoción palpable que siente por esta forma de arte. Así, a lo largo de los años ha creado un legado, más de una veintena de piezas de la arquitectura toledana. «Con una simple foto, hago un gráfico, los patrones. A partir de ahí, cada punto de los patrones es un color diferente», señala Mari Carmen.

María del Carmen Calvo, junto a su marido José Luis Martínez, sostienen el cuadro del entierro del conde de Orgaz. María del Carmen Calvo, junto a su marido José Luis Martínez, sostienen el cuadro del entierro del conde de Orgaz. - Foto: David Pérez

Entre sus obras más especiales 'El entierro del conde de Orgaz', «Unas 45.000 puntadas conforman este cuadro. Y cada puntada es un color. Muchos de ellos se repiten», destaca José María.

Puntadas que con las que Mari Carmen encuentra una forma de expresar sus emociones, debido a su discapacidad del 65%. Un amor por el arte en delicados patrones y colores vibrantes que le han llevado a estar «18 meses», puntada a puntada, para dar vida a la obra de El Greco que representa el entierro de don Gonzalo Ruiz de Toledo, más conocido como Señor de Orgaz, de cuya muerte se han cumplido 700 años este fin de semana.

Ahora, con el paso de los años, anhela que sus obras se compartan con el público. «Llevamos años llamando a la puerta de las diferentes instituciones, pero hasta ahora no ha habido suerte», destaca.

Un deseo de exposición, compartir la belleza única que ha cultivado con esmero en cada bordado.