La Guardia Civil ha detenido a un joven de 28 años al que atribuyen la autoría de cinco delitos de hurto, tres de estafa, dos de robo con violencia e intimidación y uno contra la seguridad colectiva por conducir sin permiso. Con esta detención, han quedado cesados los 13 señalamientos que tenía en vigor: cinco de ellos de detención y uno de ingreso en prisión.

El 28 de junio, el Área de Investigación del Puesto Principal de la Guardia Civil de Seseña inició diligencias por un robo cometido en el interior de un domicilio de Esquivias. La denuncia, firmada por una mujer de 83 años, detallaba como un joven había accedido al domicilio con la excusa de ser un técnico de una empresa de energía.

El autor, valiéndose de la edad de la víctima y de su condición de vulnerabilidad, le había comentado que, para evitar que sufriese una electrocución durante sus supuestos trabajos, debería recostarse en alguna habitación de la casa y levantar los pies del suelo, dando vía libre al presunto autor para moverse con libertad por la vivienda.

Dos días antes, un hecho idéntico se sucedía en Illescas contra otra anciana. Esta vez de 80 años. Las descripciones aportadas por ambas víctimas tanto del autor de los hechos como de su modus operandi eran idénticas.

La Guardia Civil inició la 'operación Charity-Light' e identificó al presunto autor. Las víctimas reconocen al veinteañero sin duda alguna. Muy poco tiempo después, el vehículo utilizado para desplazarse en los delitos era avistado en la vía pública en Numancia de la Sagra.

El día 19, por fin es localizado por parte de los agentes, que procedieron a su detención en el momento en Numancia de la Sagra. Tras cotejar su identidad con bases de datos policiales, estas arrojaron la existencia de 13 requisitorias que pesaban sobre el varón, cinco de ellas de detención emitidas por juzgados de Madrid, Badajoz y Salamanca, y una dictada por el Juzgado de Lo Penal número 4 de Madrid ordenaba su inmediato ingreso en prisión. Igualmente, los agentes le atribuyen la autoría de un robo de joyas en el interior de un domicilio de Madrid por valor de 70.000 euros.