«Ser escritor es una forma de estar en el mundo»

Lola Morán Fdez.
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Julio Llamazares participa este miércoles a las 19:30 horas en un encuentro con clubes de lectura en el marco de la 35 Feria del Libro de Talavera, a la que llega con su séptima novela, 'Vagalume', todo un homenaje a la literatura y al periodismo

Julio Llamazares. - Foto: La Tribuna

Ocho años después de su última novela regresa con 'Vagalume', que presenta y firma en la Feria del Libro de Talavera este miércoles, ¿qué se va a encontrar el lector en sus páginas?

'Vagalume' es una reflexión sobre dos temas fundamentales, uno el oficio de escribir, de hacer literatura y de hacer periodismo, que al fin y al cabo son vasos comunicantes que ha sido el trabajo, la pasión a la que yo he entregado mi vida, y como toda novela, esta es una respuesta y una pregunta, y la pregunta es una que he hecho muchas veces, como todos los escritores, es por qué he dedicado mi vida a algo tan extraño y tan poco común para la mayoría de la gente como pasarte la vida escribiendo y contando la vida.

Y el otro tema son las vidas secretas que todas las personas tenemos, que confluyen en el protagonista de esta novela y que tiene que ver también con la pasión y la necesidad de escribir el misterio de la vida y de la literatura. 

Habla de la creación literaria y de los motivos que impulsan a compartirla con el público, ¿cuál es el suyo?

Bueno, esa es la reflexión que traza 'Vagalume' a través de una serie de personajes, es por qué  hay gente que dedicamos la vida a escribir, algo que para la mayor parte de la gente no tiene mayor sentido o si lo tiene le pilla un poco lejos. Al final, la conclusión a la que he llegado es que es una vocación, más que un trabajo o un oficio, una necesidad, es aquello que decía Fernando Pessoa, el escritor y poeta portugués, 'escribir es mi manera de estar solo'. Bueno, hay una serie de personas que por una extraña razón necesitamos vivir la vida y contarla, y por eso nos pasamos la vida escribiendo. 

No hay ningún momento, por lo menos en mi vida, en el que tú decidas dedicarte a escribir, empiezas escribiendo desde chaval y como decía Delibes en una entrevista, tú empiezas escribiendo y un día levantas la cabeza del papel y te has hecho viejo. Hombre, yo todavía viejo no soy, pero ya tengo una edad como para pensar qué he hecho con mi vida, qué estoy haciendo con mi vida y esa es la pregunta a la que trata de responder 'Vagalume', por qué he dedicado mi vida a escribir.

¿El escritor sigue siéndolo si no hay lectores?

Bueno, esa es una de las reflexiones a las que me lleva esta novela, con el libro hay mucha confusión entre el público, sobre todo de un tiempo para acá, en el que el escritor, en lugar de ser un personaje marginal, es uno de cierto éxito social, con lo cual todo el mundo se pone a escribir. Ahora vas a la Feria del Libro de Madrid y está lleno de gente que no tiene nada que ver con la literatura ni con el libro. El otro día estaban juntos firmando Rodrigo Rato, Revilla y Ana Obregón porque no ha publicado un libro, si no estaría firmando también (risas). 

Todo el mundo escribe libros pero eso no significa que sean escritores, escritor es aquel que seguiría escribiendo aunque no le leyeran, el que escribe porque lo necesita, porque es una necesidad vital, eso es un escritor para mi. Otra cosa es la gente que escribe libros por otras motivaciones, de tipo más espurio, para los que la literatura no es un fin en sí mismo sino un medio para algo. Para mi esos no son escritores, son gente que escribe libros, que no tiene nada que ver con la literatura de verdad. 

¿Cree que el oficio de escritor tiene el reconocimiento merecido?

Tampoco tiene que tener un reconocimiento mayor  ni menor que otras actividades que desarrolla la gente, pero sí creo que tiene que haber por parte de los escritores, de las editoriales, del mundo del libro, una reivindicación de la dignidad de la literatura y de la escritura.

No todo lo que se publica ni mucho menos es literatura y en esa confusión hay una especie de desprestigio colectivo de algo que es muy digno, debería ser muy digno, que es la necesidad y la pasión de escribir que acompaña a la humanidad desde que existe. Ahora está habiendo una trivialización, sobre todo por parte de los medios de comunicación, de lo que significa escribir, es decir, ahora todo el mundo es escritor, y no es verdad. No es un trabajo ni un oficio, es una forma de estar en el mundo, y eso hay que reivindicarlo, no porque no todo el mundo pueda escribir, todo el mundo puede escribir. Yo reivindico la dignidad ante la trivialización que se está haciendo de la literatura, de la escritura y del libro.

Y pasa lo mismo con el periodismo, ahora todo el mundo es periodista y no es verdad, no todo el mundo es periodista aunque cuelgue un blog en internet, aunque dé su opinión en las redes sociales. El periodismo es una forma de vivir y de estar y de entender la vida, y con la literatura pasa igual. 

Las tres vidas que todos tenemos, la pública, la privada y la secreta, aparecen en las páginas de 'Vagalume', ¿qué parte de Llamazares se encuentra el lector en sus obras?

Mis libros responden a mis sentimientos y a mis pensamientos, por tanto son plenamente autobiográficos, lo que no quiere decir que cuenten historias o anécdotas reales de mi vida, eso en absoluto, puede haber alguna ahí salpicada o camuflada entre las historias de los personajes o que estén inspiradas en alguna historia mía o de gente que conozco, hay un aliento autobiográfico porque escribo de lo que me importa, y lo que me importa son las cosas que cuento en mis libros. Lógicamente desde ese punto de vista toda la literatura, la mía y la de todo el mundo, es autobiográfica porque cuentas y hablas desde lo que a ti te importa y lo que a ti te importa tiene que ver con lo que ha sido y es tu vida.

En 'Vagalume' hay mucha carga autobiográfica empezando por la pregunta fundamental de la novela, por qué escribo o por qué escribe la gente o por qué dedica su vida a escribir, es una pregunta que forma parte del núcleo de mi identidad. Por tanto, es autobiográfica en ese sentido, no porque cuente historias reales de mi vida.  

Viene a la Feria del Libro de Talavera, dedicada este año a la novela negra, que vive un gran momento. En 'Vagalume' recurre al suspense para relatar su historia, ¿por qué esta elección?

No sé cuál es el motivo del éxito de la novela negra, pero no es de ahora, es de siempre, yo también soy gran lector, fui gran lector de Dashiell Hammett y de Raymond Chandler, de todos los grandes escritores de novela negra, porque la novela negra es una metáfora de la vida y en ese sentido capta el interés de la gente.

'Vagalume' es una novela, no negra, pero sí de suspense, no porque voluntariamente haya querido utilizar el género o especialidad para atrapar al lector, sino porque lo que cuenta es la investigación que un periodista y escritor hace tras la muerte del que fue su maestro cuando era joven en una ciudad de una provincia sin nombre de España, y a la muerte de éste, la investigación que hace tras la aparición de una serie de descubrimientos extraños en torno a la vida del fallecido que casan muy mal con su imagen de hombre familiar, discreto, con una vida provincial y gris. Resulta que a su muerte se empieza a descubrir que tenía otra vida que no era la que todos conocían, ni siquiera su mujer y sus hijas, y por eso es una novela de suspense, no porque la haya concebido directamente así.

En esta obra aparece retratada la España de provincias, ¿es una forma de reivindicar este territorio?

Sí, bueno, hay muchas reivindicaciones en la novela, está la reivindicación de los escritores sin obra, de los escritores sin suerte, de los escritores que se ganaron la vida en la postguerra española como Marcial Lafuente Estefanía, que al final acabó cerca de Talavera, en Arenas de San Pedro, escribiendo miles de novelas policíacas y del oeste, él y tantos otros a los que la dictadura impedía ejercer su trabajo y se ganaban la vida escribiendo con seudónimo novelitas de quiosco y que alimentaron de sueños la juventud y la adolescencia de muchos españoles.

Y hay una reivindicación también del viejo periodismo, del que se hace en todas las redacciones y que no es ni mejor ni peor que el de Madrid, el que se hace en las provincias de España. Hay una visión centralista del periodismo, como de todo en este país, pero que no tiene mucho ninguna razón de ser. Hay una reivindicación de ese viejo periodismo romántico, del periodismo de calle, del periodismo no virtual como el que se hace ahora, que los periodistas están más pendientes del ordenador de lo que pasa en la calle.

Y hay una reivindicación también de la provincia, de esos territorios en los que la gente también tiene sus vidas públicas, privadas y secretas, igual que en las grandes ciudades. Yo, aunque llevo casi toda mi vida viviendo en Madrid, vengo de una pequeña provincia, vuelvo bastante a ella, he recorrido bastante este país y he querido también en 'Vagalume' hacer una reivindicación de los periodistas de provincia y de la provincia misma.