El Greco y Toledo. Toledo y El Greco. Un vínculo que supera siglos de historia y que ayer fue protagonista en 'Toledo a través de la pintura', la conferencia que el catedrático de Geografía Antonio Zárate impartió en la Biblioteca regional para el Ateneo Científico y Literario de Toledo.

Una cita en la que el reconocido geógrafo trató de explicar el poder del paisaje de la ciudad en el mundo de la pintura. Algo que se puede deducir al conocer que el cuadro 'Vista de Toledo' de El Greco fue la primera pintura paisajística de España, lo que hizo que esa panorámica se convirtiera en «universal» y, por lo tanto, referente para otros pintores de siglos posteriores. De ahí que Zárate impartiera la conferencia basándose en las obras de tres artistas, el mencionado Doménikos Theotokopoulos, el mejicano Diego Rivera y Joaquín Sorolla.

A pesar de que parte de la conferencia se basó en la influencia que tuvo El Greco en los demás artistas para que después se siguiera retrantado la panorámica de Toledo, Antonio Zárate relató que la composición del zócalo toledano genera «una excepcionalidad única en el mundo». El geógrafo la divide en tres tipos de suelo, el compuesto por material sedimentario; el de las terrazas fluviales del Valle del Tajo y, por último, las rocas graníticas y metamórficas que componen el centro de Toledo. 

Una serie de características, no  sólo visibles a simple vista sino plasmadas en numerosas obras de arte, que suponen motivos suficientes para que la ciudad obtenga el reconocimiento de 'Monumento Natural' que sí tienen las barrancas de Burujón o el nacimiento del río Cuervo, expresó Zárate.

El caso es que la cita dio para analizar muchos detalles, así como las perspectivas utilizadas en algunos cuadros que retratan el paisaje toledano, comparando la 'Vista de Toledo' de Diego Rivera desde una visión fija y un punto más reconocible con la de El Greco, más subjetiva, conceptual y, sobre todo, mezclada desde varias ubicaciones.

Zárate también mencionó la simbología de poder que plantean los artistas con la selección de los edificios de la ciudad, más enfocada a la religión por parte del pintor griego y a la enseñanza en los trabajos realizados por Sorolla. En definitiva, un sinfín de detalles que poca profundidad pueden alcanzar en estas líneas.