«La génesis de mi cine es mirar a los márgenes»

M.G
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La directora de cine acaba de estrenar la película 'Chinas', su segundo largo tras el éxito y el Goya por 'Carmen y Lola'. Arantxa Echevarría participó el lunes en los Encuentros de Cine Reyes Abades del Festival CiBRA

Arantxa Echevarría, directora de cine - Foto: Y. Lancha

En ocasiones, los planes se descabalan e invitan a improvisar. Esta entrevista estuvo en el aire buena parte de la mañana del lunes por el retraso del AVE que tenía que traer a Arantxa Echevarría a Toledo para participar en los 'Encuentros de Cine' del Festival CiBRA, que trastocó toda la agenda. Pero la directora vasca no tuvo problema en hablar por teléfono desde el vagón del tren a pesar de la incomodidad de las prisas y de algunas idas y venidas de la voz por falta de cobertura. Ni el Goya por 'Carmen y Lola', ni el éxito cinematográfico del que disfruta desde esa primera película han endiosado a una bilbaína incansable que guarda cientos de anécdotas y vivencias que irán tomando forma en la gran pantalla.

Acaba de estrenar 'Chinas' cinco años después del gran éxito de 'Carmen y Lola'. En ambos casos se aborda la inmigración, la integración  y la convivencia. ¿Tenías claro que esta segunda película seguiría la línea anterior? 

Lo tuve claro porque en la película hay una anécdota real mía de hace quince años. Yo vivía encima de una tienda de alimentación regentada por chinos y me hice muy amiga de Lucía que, al fin y al cabo, es la protagonista de la película, y como ocurre también en la peli, soy un personaje. Cuando estaba rodando 'Carmen y Lola' tenía dentro de mi cabeza la historia de 'Chinas', igual que otras cosas porque todo lo que me llama la atención o tenga curiosidad lo guardo en mis recuerdos y es como que lo siento mío, y así salió la historia. Es una idea antigua y también muy actual a la vez porque han pasado quince años y seguimos teniendo los mismos problemas con los inmigrantes y, sobre todo, con la segunda generación de origen chino.

¿No desespera tener la idea del proyecto durante quince años rondando en la cabeza y sin materializar?

No. Es una idea que tienes y vas desarrollando poco a poco y no sabes si será una película o no. Tengo muchas ideas guardadas de cosas que me han ido pasando, he sentido o me han contado a lo largo de la vida y de vez en cuando hay una que puja más y dices, ésta es. Así pasó también con 'Carmen y Lola', que se me ocurrió en 2010. Van pasando cosas que te interesan más que otras. 

Dice la crítica que 'Chinas' es una película cargada de verdad. 

Para mí es muy importante haberlo conseguido. He hecho mucho documental y cuando se habla de algo real que pasa hoy en día hay que contarlo con veracidad. Los personajes de la película se interpretan a sí mismos y hablan de su propia experiencia. La adolescente, la única que habla castellano en la familia, tiene que llevar a su hermano pequeño al cole, trabaja en el bazar a la vez que estudia. También la madre tiene una tienda en Cobo Calleja, ese emporio enorme de comercio al por mayor de chinos en Madrid. Todas son personas de verdad que se parecen al personaje que escribí y hablan de sus propias emociones. 

No me gusta mentir cuando hablo de cosas muy importantes ni ficcionarlo demasiado, con lo que muchos de los diálogos, de las circunstancias y de las situaciones me las han contado, lo han vivido ellos mismos y lo he plasmado en la película. 

Resulta impactante que en la película que el mayor sueño de la niña de nueve años sea celebrar su cumpleaños en el Burger King con sus compañeros de colegio.

Sí, claro. Hay que tener en cuenta que son niños españoles porque han nacido aquí, van al cole como los demás niños y quieren tener sus Reyes Magos y su cumpleaños en el Burger King. Sin embargo, en casa hay una tradición y una cultura muy diferentes, donde unos padres han tenido que cerrar su propia casa, abandonar a su familia y a los amigos para venir a un país sin hablar el idioma y lo que quieren es conseguir dinero pronto y pagarles un futuro mejor a sus hijos, con lo que todo esto entra en contradicción. 

Resulta complicado para ellos saber si son españoles o chinos. Son dos figuras que tiran cada una de un brazo de la niña y duele, pero en la adolescencia puede incluso quebrarte y cambiar la vida. En la peli se ve esa niña pequeña, pero también una adolescente que la llaman banana, ellas mismas se llaman así porque son amarillas por fuera y blancas por dentro. Por tanto, el tema de la identidad es un problema.

¿Qué es lo más complicado a la hora de adentrarse en una historia con tantas aristas? ¿Llegaste a pensar si lo estabas haciendo bien?

Quería contar lo bueno y lo malo de estar en un lado y en otro. Lo más importante era no caer en estereotipos ni microracismos. Antes de empezar la peli yo los tenía como todo el mundo y llamaba chinos a la tienda de abajo, igual que tenemos incorporado en nuestro lenguaje frases que dicen trabajas como un chino o no me cuentes cuentos chinos... De pronto, te das cuenta que estas cosas son terribles, igual que llamar a un inmigrante moro o panchito y lo vemos diariamente sin darnos cuenta. Al entrar en la película y al hablar con la gente de la comunidad china aprendes muchas cosas que no ves y que desde nuestro espacio no miramos a su espacio.

Además, la integración está muy bien pero implica que ellos llegan aquí y tienen que empaparse de nuestras costumbres y asumir nuestras normas de conducta y es necesario hablar más de convivencia, que nosotros también les demos la mano para conseguir esa integración y que no olviden su génesis, su cultura primigenia. Tienen una cultura interesantísima y lo bueno sería que llegásemos a una mezcla. España es multirracial, venimos de los árabes, los cristianos, los judíos, las épocas más cultas y sabias de nuestro país y las menos beligerantes. 

¿Te ha ayudado a rodar 'Chinas' el éxito de 'Carmen y Lola'?

Ayuda, sí. Cuando llegué la primera vez a grandes productores y dije que quería rodar la historia de dos gitanas, 'Carmen y Lola', que se enamoran me cerraron todas las puertas. Pero ahora llegué diciendo que quería hablar de la segunda generación de chinos en España y no me las cerraron, me escucharon gracias al éxito de 'Carmen y Lola'. Esta película fue la génesis de mi cine, mi impronta de mirar a los márgenes y el deseo de ser un altavoz del cine social. 

Hay una queja común que repiten los directores de cine por el poco tiempo que se exhiben las películas en las salas. De momento, 'Chinas' se ha estrenado con casi cien copias. 

Vamos a hacer la quinta semana en los cines, así que por ahora estoy contentísima. Es difícil, como dicen mis compañeros, mantenerte en sala. Me da mucha pena porque, por desgracia, la gente va al cine según la publicidad que le puedas meter a la película y las pelis de autor funcionan mucho por el boca oreja y porque te guste y lo comentes. 

Es triste porque hay grandes películas no están en sala más que una o dos semanas y hay que tener en cuenta que también muchas pelis de autor no tienen plataforma, con lo que la única vía es la sala, así que  te sientes muy desubicada cuando ves que llegan las pelis de Marvel o de comedia grande con mucha publicidad y te retiran de las salas porque la gente quiere ver ese tipo de cine. De todas formas, creo que los festivales, como CiBRA, dan mucha visibilidad a películas de valores sociales y las salas más pequeñas siguen luchando por tener un público menor, pero más comprometido con el cine. 

Mucha gente dice que va al cine para pasarlo bien y no para ver dramas ni problemas.

Me parece fenomenal y lo comprendo perfectamente, yo también voy al cine a reírme y a disfrutar, pero también es muy necesario un cine que nos haga reflexionar y eso no significa que sea una película densa y un cine de autor sea triste. 'Chinas' tiene la particularidad de que tiene comedia y te ríes mientras te hago reflexionar porque la gente está un poco harta de esa sensación de drama. La película está llevada por dos niñas, seres de luz que están llenas de ternura y de vida y la gente se muere de risa desde que empieza la peli aunque las dos niñas te están contando cosas fortísimas sobre el racismo y diciendo cosas que no nos atreveríamos a decir los mayores. Por eso, sigue viva y peleando en las pantallas. 

La siguiente película también será de denuncia social?

Me gustan mucho los saraos y los líos... Me voy a meter en uno muy interesante, la vida de una infiltrada de la Policía Nacional dentro del comando Donosti de ETA. Es un caso real y fue la primera mujer policía que lo hizo en España. Empezó con 22 años, abandonó todo y se infiltró hasta los 30 años en ETA. Empezaremos a rodarla en febrero y tengo muchas ganas porque es un desafío enorme.