La puesta de sol sobre el Valle de Toledo inauguró en la tarde de ayer el Festival de Música Internacional Moonjune. La fiesta de apertura descorchó una programación que se extenderá hasta el domingo y que reivindica la fusión cultural de pueblos y culturas. Varios artistas internacionales participarán de un evento que remarca el valor de la convivencia en el marco monumental del Casco histórico de la ciudad. 

Los dos organizadores principales del evento, Leonardo Pavkovic, promotor musical, y Mauricio D'Aguinaco, productor de cine, apuestan por la creación de «un espacio multicultural» alrededor de la expresión musical. Ambos son  toledanos de adopción. «A esta ciudad no vinimos a jubilarnos», cuenta Pavkovic. Se definen como «personas dinámicas» que apuestan por mejorar la oferta cultural de su nueva ciudad.

La programación recorre diferentes estilos, incluyendo la música electrónica, el flamenco fusión, el jazz o el rock. Más allá de los conciertos y actuaciones previstos, la organización ha incluido presentaciones de libros y charlas sobre la realidad de la industria musical en el mundo tras el impacto de la covid-19. Las coordenadas de la cultura en vivo quedaron alteradas por un embate tan feroz como imprevisto. «La pandemia cambió muchísimas cosas», explica D'Aguinaco. «Soy un influencer de Toledo. Nuestra idea es que quienes vengan vean por qué estamos enamorados de la ciudad».

De origen mexicano, D'Aguicano llegó a Toledo procedente de aquellas «grandes ciudades» que terminaron por cansarle. «Me harté». Experto en audiovisual, el promotor se pregunta «por qué todo tiene que ir a Madrid y por qué no podemos traer cosas aquí». De la ciudad que siente como suya asegura que «tiene potencial para generar un desarrollo económico» relacionado con la cultura.

Por su parte, Pavkovic acumula una experiencia de 25 años experimentando con lo que define como «música de nicho». Su sello ha producido 150 álbumes para artistas de 30 países. «Todos somos una mezcla», dice al tiempo que evoca el espíritu de Moonjune. Además de los artistas, también el público tendrá origen foráneo. Entre las decenas de entradas vendidas hay asistentes de hasta cuatro continentes diferentes.

«Queremos mostrar cómo la fusión ayuda al mundo», detalla Pavkovic, quien ejemplifica el mestizaje con el propio cartel del festival. «Tenemos problemas como el racismo o el chovinismo. Pero en Moonjune hay artistas de diferentes países y varias religiones. En una actuación tocan indonesios con israelíes, aunque sus países no tienen relaciones diplomáticas». Toledo presta una «simbología de las tres culturas» que al festival le «cae muy bien».

Fernando Barredo, responsable de Círculo de Arte, uno de los escenarios principales del festival recién comenzado, se congratula del «privilegio» que supone contar con «el germen de una música internacional que une a los pueblos del mundo alrededor de la cultura». El activista recalca que «el arte universal abjura siempre de las fronteras».

El jazz eléctrico y la música progresiva destacarán durante la jornada de hoy. El flamenco protagonizará el sábado. El domingo será el turno de la fusión. Entre los artistas más importantes del elenco con que Moonjune se presenta en Toledo destacan los españoles Amós Lora, Ana Alcaide, Fernando Girón o el grupo Paqueando. De los llegadas de fuera, sobresalen John Etheridge, Soft Machine o Dwiki Dharmawan.