A partir de este fin de semana los toledanos podrán caminar de nuevo por un tramo de la senda ecológica que llevaba un largo período de tiempo siendo rehabilitado. Se trata el que se inicia desde debajo del puente de la Cava hasta Sabatini, en el interior de las instalaciones de la UCLM, y pasando por la antigua estación eléctrica de Azumel. De hecho, la intervención actual permite bordear el histórico edificio y acceder al entorno universitario.

Y es que según informó José Luis Juzgado, redactor del proyecto y director de la obra encargada a Plus Arquitectos, lo que pretenden es dar un sentido urbanístico a la ciudad, mediante una obra que «conecte Toledo con la senda sin tener que ir a puntos extremos de la ciudad». La obra, por tanto, no sólo consiste en el tramo de 1,3 kilómetros rehabilitados hasta el momento, sino que éste es sólo uno de los nueve subproyectos que pretenden hacer de la senda ecológica un lugar integrado en Toledo. Sin embargo, el tramo inaugurado sí que es el más importante, ya que representa «el 40 o el 50 por ciento del proyecto». 

Esta zona de la senda se ha rehabilitado mejorando el pavimento con elementos naturales combinados con tramos de hormigón para salvar badenes o balsas de agua.

Velázquez y su equipo inauguraron un tramo que integrará peatonalmente la antigua estación de Azumel.La intervención no sólo integrará edificios emblemáticos como la estación de Azumel, sino que también hará lo propio con la Fábrica de Armas o la Torre del Agua. 

A la inauguración de las obras acudió el alcalde Carlos Velázquez junto a los ediles de Urbanismo, Obras y Medio Ambiente, es decir, Florentino Delgado, Loreto Molina y Rubén Lozano, respectivamente.

Velázquez señaló que la obra coincide con uno de los objetivos de su Gobierno, el de poner en valor al río y sus riberas, lo que le sirvió para volver a rememorar su plan de Vertidos Cero, con el que a finales de año pretende eliminar dos directos al Tajo, como son los de la depuradora de Sabatini y el del arroyo del Aserradero.