El plan de aves esteparias trae 41 millones para el cereal

L.G.E.
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También permitirá aumentar en 3.086 hectáreas los cultivos leñosos en zonas ZEPA. Page ha firmado hoy un acuerdo con las organizaciones agrarias de Asaja y UPA, pero recalca que el plan sale sin la oposición de las asociaciones ecologistas

El plan de aves esteparias trae 41 millones para el cereal - Foto: David Esteban Gonzalez

Las aves esteparias que hay en Castilla-La Mancha viven cerca de los humanos, ocultas entre los terrenos de cultivos. Entre ellas hay especies tan grandes como las avutardas o también las grullas, que llegan todos los años en invierno de países del norte de Europa. Algunas como la perdiz son muy conocidas, pero hay otras especies como el sisón o la ganga que cuesta ver en los campos. No solo se trata de que sean muy discretas y huyan de los hombres, sino que muchas de estas especies vinculadas a ecosistemas agrarios están perdiendo población a pasos agigantados.

De ahí que en regiones como Castilla-La Mancha haya ocho ZEPA, zonas especiales de protección para aves esteparias. En total suman 200.000 hectáreas repartidas entre las cinco provincias. El Gobierno regional está obligado a aprobar periódicamente planes de gestión que regulen qué se puede hacer y qué no en estas zonas con el fin de proteger el hábitat de estas aves. Los nuevos planes van de 2024 y 2029 y hoy el presidente autonómico Emiliano García-Page los ha firmado con las organizaciones agrarias Asaja y UPA. El presidente quiso acalarar que también tiene el beneplácito de las ecologistas. "El acuedo sale sin ninguna oposición", precisó, "con el entendimiento de las organizaciones ecologistas". Y eso no siempre ha sido así. Page recuerda que con los últimos planes no hubo ese acuerdo y se alegra de que ahora sí se haya conseguido.

En resumidas cuentas los planes de gestión de las ZEPA intentan mantener el ecosistema de estepa que necesitan estas aves, sobre todo con la plantación de cultivos de cereal de secano. También les viene bien los cultivos de leguminosas, pastizales y barbechos. Lo que les viene mal son las plantaciones de leñosos, sobre todo con el viñedo de espaldera por regadío, los olivares plantados como hileras de setos, pistachos o almendros. De ahí que los planes de gestión de las ZEPA dan ayudas por mantener el cereal de secano y limitan el incremento de superficie de leñosos. 

Las ayudas de cereal de secano se cifrarán en 190 euros por hectárea y se calcula que llegarán a 1.500 titulares y unas 45.000 hectáreas. Cubrirán así el 30 por ciento de la superficie arable de estas ZEPA. Supondrá una inyección de 41 millones de euros hasta 2029. Para el incremento de leñosos la negociación ha sido más difícil, como ha admitido el secretario genreal de UPA, Julián Morcillo. Estos cultivos suelen ser más rentables, pero para preservar el ecosistema se ha puesto un cupo de forma que hasta 2029 solo se podrán incrementar las plantaciones de leñosos en 3.086 hectáreas entre todas las ZEPA. En función de cada zona, el porcentaje de terreno que ya hay de leñosos oscila entre un 14 y un 30 por ciento. Se espera que haya zonas como la ZEPA de la Campiña de Guadalajara en la que quizá haya menos demanda, mientras que hay otra, la de la margen derecha del río Guadarrama, en el norte de la provincia de Toledo, en la que es fácil que ese cupo de leñosos se cubra al completo, porque hay mucho interés por parte de los agricultores de hacer esta transformación. 

Una de las novedades de estos planes es la creación de una comisión de seguimiento con el Gobierno, las organizaciones agrarias y ecologistas. Page cree que ayudará a resolver problemas concretos, "sabiendo que hay mucha distancia de representatividad entre unos y otros", comentó. El presidente autonómico reconoce que "la sostenibilidad es el gran desafío de la sociedad actual", pero advierte de que la parte medioambiental tiene que conciliarse con la económica y social. Avisa de que hay que evitar que "el fanatismo se cuele" y recalca que "la sostenibilidad en ningún momento va a salir de unos a costa de otros". 

El presidente de Asaja en Castilla-La Mancha, José María Fresneda, agradeció que se les haya tenido en cuenta. "Era una crueldad ver cómo desde la Función Pública se decidía cuánta pérdida de renta iba a tener yo como agriclutor y sin compensación", apuntó. Reconoció que la interlocución de la consejera de Desarrollo Sostenible es de "chapó, una bendición".

El secretario general de UPA en la región, Julián Morcillo, apuntó que "era necesario cambiar el plan de gstión para que las ayudas no corrieran riesgo" y que así los agricultores puedan pedirlas en la PAC. Valora que el incremento de leñosos de este período será muy similar al incremento que se ha producido en el período anteiror: "Hay margen para que nuestros agricultores puedan seguir disponiendo de sus tierras y darles la mejor orientación para hacerlas viable".

La consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez, lanzó ya el primer mensaje de la jornada eligiendo una chaqueta con un estampado de grullas, que es una de las especies que viene a alimentarse e invernar a las áreas esteparias de la región. Confía en poder cerrar próximamente nuevos acuerdos con las organizaciones agrarias para zonas vulnerables de nitratos, la recogida de residuos plásticos o la compatibilidad de las labores agrícolas en períodos de peligro alto de incendio.