La segunda vendimia más corta del siglo

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Cooperativas Agroalimentarias confirman un descenso del 25% en la cosecha. Castilla-La Mancha llegará a los 17-17,5 millones de hectólitros, una cifra que en lo que va de siglo solo supera a la campaña de 2001, con 16 millones

La segunda vendimia más corta del siglo - Foto: Luis López Araico

Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha ha hecho balance de la campaña de vendimia-2023 en Castilla-La Mancha tras reunir a su sectorial vitivinícola y constatar un descenso del 25 por ciento como estimación de cosecha para la presente campaña de comercialización vitivinícola 2023/24.

Las principales bodegas cooperativas de la región asociadas a la organización regional, que aglutina más del 75 por ciento de la producción vitivinícola de Castilla-La Mancha, han respaldado como definitivas las previsiones que se hacían en mitad de vendimia. La enorme sequía a la que ha sido sometida la viña en todo su ciclo productivo y la escasez de precipitaciones en los tres últimos años en la totalidad de regiones vitivinícolas castellano-manchegas, ha culminado en una vendimia históricamente corta, la segunda menor en todo lo que llevamos del presente siglo, si exceptuamos la del año 2001 en la que se obtuvieron 16 millones de hectólitros de vino y mosto.

La caída estrepitosa de las provincias de Albacete, Cuenca y Toledo cercana al 40 por ciento de producción respecto al año anterior, sólo ha sido compensada en parte por la moderada caída del 7 por ciento de la provincia de Ciudad Real; por lo que según Cooperativas de Castilla-La Mancha, la previsión es de una cosecha entre los 17 y 17,5 millones de hectolitros (de vino y mosto), es decir,  un 25 por ciento inferior al año anterior, lo que está provocando una revalorización de las cotizaciones de todos los transformados vitivinícolas de la presente campaña.

A la espera de las previsiones globales que se realicen en Cooperativas Agro-alimentarias de España, la producción del país se podría situar entre 32–33 millones de hl (de vino y mosto), lo que supondría que este año 2023 se podría haber recogido la cosecha española más baja del siglo XXI, situación que influirá decisivamente en el mercado global vitivinícola a corto y medio plazo.