El Ahpto conserva una falsificación cervantina

J. Monroy
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Junto al documento de dote y arras de Cervantes a Catalina de Palacios, en los fondos está una copia del siglo XIX que en su día trajo tanta polémica que generó un debate en el Senado

El Ahpto mostrará una falsificación cervantina

Es una parte peculiar de la historia toledana, que daría sin duda para una buena novela histórica. El Archivo Histórico de la Provincial de Toledo (Ahpto) conserva una serie de papeles relacionados con la dote y arras de Miguel de Cervantes a Catalina de Palacios Salazar. El original de la carta, con la firma de marido y mujer, ya es un tesoro en este espacio toledano. Pero lo acompañan además, una falsificación (un facsímil ejecutado por un notario en el siglo XIX) y los papeles relacionados con la posterior polémica que causó esa segunda carta, que incluso llegó a una sesión plenaria del Senado.

Recogió la web del Archivo cuando estos papeles fueron 'documento del mes' que Cervantes otorgó la preceptiva carta de dote y arras a su esposa, Catalina de Palacios, ante el notario de Esquivias, Alonso de Aguilera, el 9 de agosto de 1586. El documento, con la firma original de ambos cónyuges, ha sido publicado repetidas veces. Pero no es tan conocido, continúa la web, que en el segundo tercio del siglo XIX el entonces notario de Esquivias, Mariano Tubilla, «realizó una copia casi perfecta, reproduciendo con asombrosa verosimilitud la escritura al completo (incluyendo sus firmas) y hasta utilizó papel sobrante del propio protocolo original».

Tubilla falleció en 1889, y su viuda e hijas, en difícil situación económica, anduvieron en tratos para vender este 'facsímil'. Por lo que parece, continúa la web, hacia 1908 alguno de estos tratos se había extendido hasta París y, «dada la fidelidad de la copia, corrió el rumor de que la carta original había sido robada y se encontraba en esa ciudad lista para ser vendida». El rumor parecía estar avalado por personas doctas de la época y llegó a oídos del senador Luis Palomo Ruiz, con el consiguiente revuelo.

Palomo preguntó formalmente por el caso al Ministro de Gracia y Justicia y éste, aportó en la sesión de 5 de diciembre de 1908 una comunicación del notario archivero del distrito de Illescas asegurando que el original cervantino se encontraba en su poder, mientras que la copia seguía en poder de las hijas del notario Tubilla.

El Archivo recuerda que el senador Palomo realizó varias intervenciones a lo largo de su carrera parlamentaria en relación con el estado de los archivos de protocolos.

A Toledo. A la postre, los protocolos notariales del distrito de Illescas, entre los que se incluyen los de Esquivias, fueron trasladados al Archivo Histórico Provincial de Toledo en noviembre de 1936, aunque el registro de entrada de documentos del Archivo no los consigna hasta febrero de 1941.

Por su parte, la pista del facsímil se llegó a perder, hasta que en octubre de 1940 su entonces propietaria, Eugenia Alcázar, vecina de Madrid, lo ofrece en venta al Estado a través del director del Archivo, Francisco de Borja San Román, quien recomienda su adquisición. Apenas dos meses después el Director General de Archivos y Bibliotecas autoriza su compra.

Actualmente, en el Ahpto se conservan el original y la copia, «en verdad casi indiferenciables». «Todavía hoy podemos preguntarnos por los motivos que tendría un notario de finales del siglo XIX para reproducir casi fotográficamente este documento, cuando hubiera podido realizar una sencilla copia autenticada como las que ya se habían hecho en otras ocasiones», se preguntan sus responsables.

Además, en el mismo protocolo, unos folios antes, existe otro documento también firmado por Cervantes, en esta ocasión una carta de poder a favor de su suegra «¿Humilde homenaje al gran escritor o falsificación interesada? Es probable que nunca lo sepamos», continúa el texto del Archivo.