«No podemos ver la violencia como si fuera un espectáculo»

M.G
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El escritor Víctor del Árbol presenta su nueva novela 'Nadie en esta tierra' esta tarde en la Biblioteca regional. Este reconocido autor estrena una novela negra con Ediciones Destino del Grupo Planeta con un importante éxito de ventas

El escritor Víctor del Árbol está de promoción con su nueva novela

A punto de coger un AVE porque toca promoción. A Víctor del Árbol se le da bien hablar de sus personajes, sin caer en vanidades. 'Nadie en esta tierra' es de esas novelas negras que enganchan, que te sumergen en la oscuridad, pero sin dejar de buscar un resquicio de luz en el camino. Y esta vez lo logra de la mano de Julián Leal, un inspector de policía enfermo, al que quieren cargar con unos crímenes, que se ve obligado a esclarecer, junto a su compañera Virgina, y de un sicario de ojos negros escurridizo de los que no suelen pedir perdón y tiene mucho recorrido. 

Esta tarde presenta en la Biblioteca regional 'Nadie en esta tierra'. Una novela con muchos ingredientes: Cuatro crímenes, un protagonista enfermo que tiene que defender su inocencia y rebusca en el pasado, un niño que necesita ayuda y un sicario auténtico. ¡Un viaje movidito!

Las novelas interesantes son las que tienen muchas direcciones y lo interesante es que todos esos caminos y tramas acaban convergiendo en  un tema que me interesa mucho, el de los ladrones de infancia, esos monstruos que pululan entre nosotros y nos quitan lo mejor que tenemos, la inocencia de la niñez. 

En esta novela no todo es blanco o negro, también hay escala de grises.

Sí. Si uno pretende escribir una novela lo más cercana a la realidad posible tiene que haber esos matices, no puede haber santos ni demonios. Los personajes que me interesa escribir son los que se parecen más a las personas y todos somos contradictorios y tenemos luces y sombras. Tenemos deseos y hacemos lo contrario a lo que deseamos, queremos ser valientes y acabamos siendo cobardes. Y esa complejidad, contradicción y ambivalencia hacen que los personajes sean creíbles. 

Lo más complicado habrá sido encontrar y definir a Julián Leal, ese protagonista que como te he escuchado más de una vez es el «héroe trágico» de esta historia.

Sí. Es un héroe muy atípico y no se parece al típico personaje de las novelas policiacas, infalible, con un instinto policial que le permite resolverlo todo por inteligencia. Tampoco es el típico alcohólico y deprimido de las películas y series americanas que vemos. Es más bien una persona que ha hecho toda su vida un trabajo en el que creía, ha intentado vivir una vida lo más decentemente posible y las circunstancias le obligan a ser un héroe. 

Siempre he pensado que los héroes de verdad lo son por necesidad porque otros les obligan a dar ese paso y no porque lo quieran ser voluntariamente. Es un tipo al que vemos actuar como un ser humano falible, que se equivoca, tiene miedo y que aún así responde a sus principios y a esa lealtad que conlleva su apellido y acaba haciendo lo correcto que, a veces, es lo más difícil de hacer. 

¿Algo así como dijo en su momento el escritor francés Rolland, que 'un héroe es todo aquel que hace lo que puede'?

Exactamente. A veces, el héroe es aquel que lo es sin ser consciente de que lo es, simplemente hace aquello que otros no se atreven a hacer. Tampoco lo hace por una voluntad de reconocimiento o de éxito, simplemente porque su naturaleza le empuja a no inhibirse donde otros sí lo hacen. 

La novela negra tiene cada vez más éxito. ¿En buena parte se podría achacar a que a la sociedad le gusta cada vez más el morbo?

Bueno, hay una parte de curiosidad, de acercarse al monstruo desde la barrera, pero cuando la novela negra  lo es de verdad y no se limita a ser un trhiller de psicópatas y tal tiene un componente de realidad muy interesante que sirve como espejo también. Este tipo de novelas sirven para corregir un poco la realidad, ponerla en contexto y para hablar de cosas desde otro tipo de literatura o escritura. La doble naturaleza es lo que la hace tan atractiva, la curiosidad y la posibilidad de crear espejos de lo que no nos gusta de nuestra sociedad y de nosotros mismos. 

Como escritor, ¿dejas algo a la improvisación cuando escribes novela negra o todo está atado?

Soy un tipo muy sesudo y me lo paso muy bien haciendo esos engranajes y construyendo esos relojes que tienen que funcionar a la perfección. Lo que sí le dejo a los personajes es cierta libertad para expresarse. Mientras vayan a dónde les he marcado pueden elegir el camino para llegar. 

Se observa desde hace tiempo que la novela negra y los thrillers cada vez son más crudos y descarnados.  ¿Es necesario realmente? ¿Dónde se ha quedado Ágata Christie?

Ágata Christie se ha quedado en la Inglaterra victoriana y la realidad de hoy en día es mucho más compleja y también la manera de afrontarla. Pero también estoy muy en contra de esta pornografía de la violencia porque cada vez nos lleva más al exceso y éste acaba siendo inverosímil e irreal. Creo que es una consecuencia de la saturación visual, ya no nos sorprende nada y cada vez tienes que ser más excesivo, pero es peligroso porque acabas desvirtuando la violencia y la terminas convirtiendo en un videojuego y un espectáculo. 

A mí lo que me interesa de la violencia es que sea real, en el sentido de que cualquiera la pueda percibir como algo trágico, es decir, una muerte o un asesinato tienen una serie de consecuencias y están ahí. No se puede ir por la vida observando la violencia como si fuera un espectáculo que no nos atañe. Mis novelas se convierten en duras precisamente porque no hay psicópatas, no hay asesinatos inverosímiles y cada acto de violencia está muy medido para provocar una reacción en el lector a partir de la realidad de ese hecho y no a partir del espectáculo.

Mucha gente sabe tu pasado como mosso, pero otra no. ¿Te ha ayudado a lanzarte al género de novela negra o nunca habrías dado el paso?

La experiencia de la realidad te da un punto de vista que quizá no tienen otras novelas más referenciales o invitan a otro tipo de géneros. Supongo que escribir desde la experiencia es mejor que escribir de oídas. El hecho de haber sido policía durante tantos años me ha dado una perspectiva muy peculiar y particular de cómo es la realidad y una posición privilegiada para escribir sobre este tipo de temas.

Sois muchos los escritores españoles con novela negra en el mercado. ¿Se puede decir que se está renovando el género? 

Sí. Ahora hay una generación de escritores de novela negra que están reinventando el género. Pero a mí lo que me gusta de la novela negra es que es muy porosa y ahí cabe cualquier tipo de cosa que te ayude a explicar la historia, elementos del thriller, de la novela histórica, de la novela psicológica... Y todo porque es el género que mejor responde a la complejidad de la realidad. Está en constante mutación como la sociedad y de ahí viene su éxito.

El otro día escuché hablar de novela negra feminista. ¿Existe?

No sé si existe o no. Nos gustan mucho las etiquetas porque nos permiten situarnos en unos márgenes controlables, pero en lo que creo de verdad es en la literatura que conecta con lo universal, no con una etiqueta o circunstancias momentáneas o accidentales. Las buenas novelas negras de verdad son intemporales y van mucho más allá de cualquier tipo de etiqueta. 

Está claro que eres un escritor muy reconocido en España, pero hubo un tiempo que te pasó algo similar a lo que le ocurrió al director Pedro Almodóvar, que eras más aplaudido en Francia que en España. 

Sí, claro. Es verdad. A veces las cosas son así y uno se tiene que marcharse y ser reconocido fuera para luego volver a casa. A mí no me preocupa. Y lo mismo que pienso de las etiquetas pienso de mí, no tengo ese prurito de tener que triunfar en casa, en mi ciudad o en mi país. Considero que la literatura es algo más grande que tiene que ver más con un concepto universal de las emociones y es un tema que no me ha preocupado nunca, la verdad. 

 

¿Habrá una segunda parte o una trilogía a raíz de 'Nadie en esta tierra'?

Sí. Habrá una segunda parte porque el antihéroe, el hombre de los ojos oscuros, es un tipo que me interesa mucho. Yo lo conozco todo de él, pero el lector no porque en esta primera parte él ha dejado caer solo cuatro gotas. Mientras lo estaba creando me di cuenta de que el personaje iba a tener más desarrollo. Pero no habrá una segunda parte de héroes, sino de antihéroes, que me interesa mucho.