El turismo, fuente de ingresos y empleo en la España interior

J. Monroy
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En lo negativo, apunta la catedrática Gemma Canovés puede estar la masificación. Ella apuesta por que las administraciones regulen la vivienda turística

El turismo, fuente de ingresos y empleo en la España interior - Foto: Yolanda Lancha

El turismo interior es sin duda fuente de empleo y de ingresos económicos. Pero también tiene su parte negativa, que pasa por la masificación. Así lo explicaba ayer en la Facultad de Humanidades la catedrática en Geografía Humana de la Universidad Autónoma de Barcelona, Gemma Canovés, en el marco de las III Jornadas de Turismo y Desarrollo Rural.

Canovés hizo un recorrido por el desarrollo del turismo de interior, extendido ya por toda España. Se trata, apuntó, del turismo que no se produce en la costa, que a veces se asimila al turismo rural, pero no se queda ahí, e incluye ciudades como Toledo, foco de concentración de turistas. En los últimos años, apuntó, ha permeabilizado todos los territorios, con lo que se beneficia todo el territorio y comarca. Dinamiza la economía y frena el despoblamiento con la creación de empleo. Incluso llega a atraer más jóvenes si hay buena comunicación.

El boom del turismo de interior, apuntó Canovés, puede tener dos orígenes, como son la pandemia, con la que los turistas decidieron que era más seguro acudir a zonas abiertas; y el hecho de que aquellos que viven en las grandes concentraciones urbanas, como Madrid o Barcelona, «necesitan salir y reencontrarse con el campo, con sus raíces, con los espacios abiertos», lo cual ocurre no solo en España, sino en todos los países occidentales.

A partir de ahí, la perspectiva es «muy buena». Si en las tres últimas décadas el turismo de interior ha ido subiendo y España, que es el segundo país turístico del mundo, ya no se visualiza únicamente como un destino de sol y playa, es también un destino cultural, patrimonial y de rutas emblemáticas, «y eso hace que el fenómeno turístico permeabilice a todo el territorio, lo que hace que la economía se dinamice a través del turismo».

Regulación de la vivienda. Sin embargo, esto hay que gestionarlo bien, el turismo interior tiene sus pros y sus contras. Canovés insiste en que la llegada de turistas dinamiza la localidad. Sin embargo, si el turismo se masifica «tienes un problema porque el alojamiento rural es temporal y da muy buen rendimiento y le quita espacio al alquiler». Eso, apuntó, es negativo para una ciudad que se está desarrollando turísticamente. En el momento en el que el turismo se masifica, comienza además a haber un rechazo por parte de los propios viajeros, para quienes «ya no es lo mismo».

A su juicio, la solución a este hecho está en manos de la administración, que es la que tiene que regular la vivienda turística. «La administración tiene que regular, no puede dejar que haya apartamentos turísticos sin control. Tiene que haberlos, pero tiene que estar regulado un máximo», explicó la catedrática, quien aludió a ejemplos como los de las islas Baleares o Barcelona.