Era tal el desastre en Navidad que hay que disfrutar de la situación actual. Cada día hay una iniciativa, una manera de motivar al aficionado para que acuda al Salto del Caballo. Porque no importa el juego, sí los resultados, y, juegue quien juegue, eso de cantar el himno, agitar papeles y montar un mosaico es parte del ritual. El CD Toledo no se conforma con lo alcanzado. No se planta. Y ante la UB Conquense, el domingo a las 18:00 horas, quiere prolongar la ilusión de poder disputar unos 'playoff' que habían desaparecido de su itinerario.

No hay plan más bonito en el fútbol que moverse por objetivos. Por suerte, el cuadro verde tiene pinta de que los va a tener hasta el final. Pero sin descuidarse. Las apreturas de la competición convierten un resbalón en un retroceso importante. Un cambio de mentalidad. El equipo de Carlos Gómez buscará abonar el terreno para un sueño posible. Otra cosa es que sea probable.

El técnico albaceteño tiene las bajas de Alberto Escudero y Arturo Segado, por lo que le medio campo es el puesto en el que ahora mismo hay más incógnitas de cara a este partido. Rodri está para volver, mientras que Kupen, entre algodones toda la semana, es duda por el esguince de tobillo que se produjo antes de la visita a La Solana.

En estas condiciones, no parece que su entrenador vaya arriesgar. Ahora mismo no hay necesidad. Yelco Ramos será el guardameta, con una defensa similar a la de La Moheda, con Carlos Moreno y Jalid en los laterales, y Fontanello y Varo como pareja de centrales. El dúo de la medular es el que baila. Rodri, y ¿quién? ¿Mamau? ¿Se atreverá con Borja García? Y es que Álex García y Cristo parece ahora una dupla inamovible unos metros más adelante, mientras que Angelito es innegociable en una banda. Chabo o Iván Bueno se jugarán la otra.