El mercado inmobiliario muestra síntomas de fatiga en la provincia de Toledo. En el primer semestre de 2023 se han rubricado 3.060 créditos hipotecarios para la compra de una vivienda, una cifra que representa un descenso del 19,5% respecto al dato acumulado en los seis primeros meses del año anterior, cuando se firmaron 3.803 préstamos para adquirir una nueva residencia.

En el mes de junio se concedieron 501 hipotecas. Se trata del segundo mejor dato del año en curso según el volumen acumulado (iguala las registradas en marzo y sólo es superado por las 656 de enero). Sin embargo, la cifra languidece cuando se compara con el mismo mes del pasado año: entonces fueron 619 los préstamos que las entidades bancarias dieron, lo que supone un descenso del 19%, en línea con la progresión del indicador durante 2023.

La bajada que experimenta la concesión de hipotecas para viviendas también alcanza otros segmentos del mercado inmobiliario. En el caso de las fincas, se han entregado 3.985 créditos en la primera mitad de 2023, por los 4.982 préstamos del mismo periodo del año anterior. En términos relativos, el recorte asciende al 20%. 

También son menos las compras de solares financiadas a través de créditos hipotecarios. Mientras que en el primer semestre de 2022 se traspasaron 95 terrenos por esta fórmula financiera en la provincia, hasta el ecuador del presente 2023 han sido 71 las propiedades compradas con dinero del banco.

El importe medio de los préstamos concedidos para la compra de vivienda en la provincia en el último mes del que se tienen datos completos roza los 92.300 euros. Se trata de una cuantía que mejora el resultado parcial de mayo, aunque se sitúa por debajo de los registros de otros meses cercanos en el tiempo: en enero, por ejemplo, la cantidad prestada merodeaba los 107.000 euros; en febrero y marzo se superaban los 95.000 euros.

TIPOS DE INTERÉS MÁS ALTOS. El menor ritmo en la formalización de hipotecas se relaciona con el incremento sostenido de los tipos de interés en los dos últimos años. El empuje de la inflación tras el final de las restricciones por la pandemia y la prolongación en el tiempo de la guerra de Ucrania han disparado los precios, un hecho que ha requerido de la aplicación de una política monetaria restrictiva en las principales economías del mundo. Las dificultades crecientes para acceder al crédito alejan la posibilidad de una vivienda en propiedad a los perfiles con menos ahorros e ingresos más bajos.

El dato de las hipotecas en la provincia certifica la pérdida de poder adquisitivo para determinadas capas de la población, especialmente las más jóvenes. Las cifras que ofrece el Instituto Nacional de Estadística no incluyen aquellas compras de vivienda que se realizan sin necesidad de un crédito. Aparentemente, las casas pagadas a tocateja crecen en número, aunque para esta alternativa se requiere de un volumen de ahorro muy elevado. El precio de los inmuebles, con carácter general, se mantiene en unos niveles similares a los del año anterior, con sensibles diferencias entre las zonas del alfoz de Toledo y las principales localidades de la Sagra, más caras, y los municipios de menor tamaño diseminados por las periferias de la provincia, más baratos.