Los vecinos de Sevilleja vuelven al lavadero público

J.Moreno
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Una larga avería en la Mancomunidad de Río Frío, que ha deparado un agua achocolatada, obliga a los residentes a lavar a mano en la calle

Los vecinos de Sevilleja vuelven al lavadero público

Gloria y Esperanza se lo toman con humor. «Así lavamos, así, así; así lavamos así, así. Como antiguamente. Porque el agua que viene es del color del chocolate», explican. Han protagonizado un vídeo difundido durante el pasado fin de semana por el municipio mientras limpiaban a mano en el lavadero público de Sevilleja de la Jara. Se unió también en ese momento Olvido con otro rimero de ropa porque el agua del abastecimiento público sale con color y olor. Llovía sobre mojado porque desde hace más de un mes no disponen de agua potable en cuatro poblaciones jareñas.

Las miradas se concentran estos días en el sistema de Picadas, pero la comarca de La Jara alberga un problema prolongado sin una solución definitiva. Los vecinos de Sevilleja de la Jara, junto con los residentes de otras tres localidades, han iniciado una recogida de firmas para presionar y reclamar un servicio de agua potable en condiciones.

«Buf, ni se sabe cuánto tiempo», dice a este diario imprecisa una vecina de Sevilleja de la Jara sobre la anterior vez que los vecinos del municipio habían recurrido al lavadero público. «Salía lo siguiente a marrón», detalla. El paso de los días ha aclarado el color del servicio, pero todavía hay pegas.

El lavadero público ha ganado vigencia entre los vecinos aledaños. Allí acuden para lavar la ropa estos días. Otros recogen agua del caño en otro rincón del pueblo para abastecerse de un agua limpia. Pero quién sabe cuánto durará.

La Mancomunidad de Rio Frío engloba principalmente a las localidades de Sevilleja de la Jara, Gargantilla, Aldeanueva de San Bartolomé (Aldeanovita) y El Campillo de la Jara. Se trata de unos municipios castigados frecuentemente por un deficiente servicio de agua potable.

La presencia de manganeso motivó la declaración de agua no potable a principios de agosto, y desde entonces, el problema persiste, tal y como explica el alcalde de Sevilleja y vicepresidente de la mancomunidad, Faustino Ollero.

A finales de agosto, los municipios habían conseguido la corrección de la anomalía, pero se agotó la reserva principal y debieron recurrir a la presa de San Vicente. Supone una peor calidad del agua, con la presencia anómala de manganeso. Entonces, los grifos surtieron un abastecimiento de color marrón.

Los pueblos están limpiando sus depósitos y reanudarán el funcionamiento de la planta potabilizadora para devolver la calidad a un suministro que trae de cabeza a los habitantes de estas pequeñas localidades jareñas.

Los ayuntamientos jareños repartieron hace una semana 4.600 garrafas de cinco litros entre los vecinos para intentar atenuar las inconveniencias del abastecimiento público.

Pepi se jubiló y vive desde hace cuatro años en Sevilleja de la Jara. No ha probado desde entonces el agua del grifo. «Siempre tiene algo», protestaba el martes en la víspera de una reunión con el alcalde para abordar las soluciones de este trastorno.

Los vecinos de Aldeanovita han difundido una recogida de firmas para reclamar a la Junta de Comunidades y a la Diputación un suministro de agua potable adecuado para olvidar un abastecimiento insalubre prolongado.