Alejandro Ruiz

EL REPLICANTE

Alejandro Ruiz


La sonrisa del mal

19/10/2023

Pedro Sánchez se reúne cara a cara con Bildu. En la fotografía aparecen todos con gestos sonrientes. Sánchez sonríe porque Bildu le garantiza sus votos para la investidura. Los otros porque Sánchez les facilita un éxito político sin precedentes, blanqueando sus execrables crímenes de los que no muestran arrepentimiento alguno, facilitando su camino para romper España y conseguir sus objetivos. España, 'rota', en palabras literales de Otegui. 
Liberados los de Bildu del pasamontaña, observamos el rostro real de la serpiente, que ahora podrían pasar por unos honestos ciudadanos, buenos padres de familia y educados ciudadanos, en vez de bobos gudaris medievales ultras, fanáticos y radicales, talibanes racistas del sagrado levantamiento de piedra y la corta de troncos. 
Esto último lo tiene claro el filósofo Gustavo Bueno, cuando dice que «el nacionalismo en España es un ejemplo de laboratorio de una elite de gobernantes que se lo han inventado para elevarse de rango social y, en lugar de ser presidente de una autonomía, serlo de una nación con mitos tan absurdos como el del País Vasco. La nación vasca es un mito absoluto. Es una invención completa de la Historia, una reconstrucción que ha logrado cuajar en la mente de unos fanáticos».
Ya he comentado aquí en alguna ocasión que hoy en día es posible introducirse en los procesos psicológicos y la organización cerebral de un psicópata gracias a los progresos en tecnología de neuroimagen, que permiten observar la actividad cerebral mientras se realizan tareas, donde se involucran diferentes procesos mentales. Existen trabajos de investigación que consisten en el estudio de los rostros de psicópatas mediante la técnica de escisión e integración de mitades faciales, para observar los efectos del control hemisférico sobre la expresión facial, y a partir de este fenómeno llevar a cabo el análisis neuropsicológico implicado en el desarrollo disfuncional de las emociones en los psicópatas.
Como de momento no podemos someter a los protagonistas de la fotografía a ese análisis de control cerebral de la neuroimagen, bastará con examinar detenidamente sus respectivas sonrisas perturbadoras, ligadas al éxito conseguido en la planificación de un plan siniestro. De este modo, de la fotografía del pacto entre Sánchez y el resto de impresentables se desprende que la sonrisa de Sánchez es afectada, con cierta elevación angulada y exagerada de la comisura y elevación del párpado superior, trasladando una expresión soberbia, desafiante y ligeramente amenazante, propia de quien, en el momento de posar para la fotografía, está siendo plenamente consciente de la tropelía que comete.
En la mueca del presidente se refleja también la imagen más deplorable de una sociedad enferma, permisiva e idiotizada, secuestrada por la idea de los sentimientos y las identidades. La polarización, la radicalización, la irracionalidad, el olvido, el blanqueo político del criminal, la colaboración, la justificación, la pasividad, la falta de escrúpulos, la ambigüedad y la mentira, nos va igualando a todos en la perversidad de la sonrisa del mal.