Da la sensación de que está en un punto de no retorno. O, al menos, de difícil reconciliación. Es la situación que se vive últimamente cada primer martes de mes en las concentraciones  contra la violencia de género. Defender una misma causa, rechazar los asesinatos contra las mujeres, aislándose del concepto de unidad.

No es la primera vez que estos actos se celebran con una doble pancarta en la que los diferentes actores políticos o sociales se colocan en una u otra según sus criterios personales, pero en esta ocasión la imagen fue más llamativa que en las ocasiones anteriores.

Esto se debe a que en las citas previas, una y otra pancarta estaban separadas a pocos metros y a un costado una de la otra, pero este martes las manifestantes eligieron ponerse frente a frente, como si de una batalla ideológica se tratara más que de la defensa de la Igualdad. En un lado, se encontraron los habituales encargados de la lectura del manifiesto -hoy a cargo de la Asociación de Hombres por la Igualdad de Género- y concejales del equipo de Gobierno, mientras que al otro lado del paseo de Sisebuto se posicionaron concejales del PSOE e IU-Podemos junto a otros representantes conocidos del Consejo Local de la Mujer.

Los propios actores políticos opinaron al respecto. Noelia de la Cruz, portavoz socialista, justificó esta división admitiendo que «deberíamos estar todos juntos y unidos, pero lamentablemente es imposible». De la Cruz destacó, por tanto, que no pueden estar al lado de un partido que ha blanqueado a la ultraderecha y «está normalizando cuestiones que no se pueden permitir en cualquier sociedad desarrollada».

La representante del equipo de Gobierno y edil de Familia, Marisol Illescas, se mostró «harta» del clima de confrontación existente, porque «así no acabamos con el problema», puntualizando que tiene la sensación de que lo que está ocurriendo es «una escenificación de teatro».

Por último, Txema Fernández como edil de IU-Podemos señaló que el problema puede ser aún mayor si finalmente algún día llega «una tercera pancarta», refiriéndose a la que portaría la vicealcaldesa Inés Cañizares, como ya dijo en una entrevista a La Tribuna.

MANIFIESTO. Por desgracia, las divisiones políticas restan importancia al contenido de la convocatoria. En esta ocasión, Javier Covarrubias, como presidente de Ahige, fue el encargado de defender la causa con la lectura de un manifiesto que ponía en valor el papel que también juegan los hombres en esta lucha contra la violencia de género. Por ello, recordó a los hombres que «el silencio nos hace cómplices».