La crónica más negra

Agencias-SPC
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La historia de España está plagada de crímenes que ponen la piel de gallina, como el de Asunta Basterra a manos de sus padres hace 10 años o el de Antonio Navarro por un amante de su esposa

La crónica más negra

¿Qué lleva a la gente a matar? Es una pregunta tan antigua como el propio crimen: algunos defienden que hay tantos motivos como asesinos, pero los periodistas Pere Cullell y Enrique Figueredo saben que todos tienen en común que han sido cometidos por lo que el ciudadano de a pie llama mala gente. Así titulan su nuevo libro, que realiza un viaje a casos icónicos de la historia negra de España, tales como el del Vaquilla, convertido en un mito de la delincuencia juvenil, o el asesinato de Carmen Broto, la prostituta que cautivó a la alta sociedad barcelonesa.

Se trata de una selección de las 12 mejores historias que han relatado en el podcast Dosier negro en las que han podido contar con testimonios tan exclusivos como el del mismísimo Dioni, el exvigilante jurado que robó un furgón blindado con 320 millones de pesetas en 1989.

«Hacemos lo que sabemos hacer, que es contar historias de malos», explica Cullell. «Quizás el mayor desafío a la hora de escribir Mala gente ha sido conseguir nuevas fuentes, material un poco diferenciado», revela Figueredo. Sin embargo, a pesar de que todos los casos son conocidos, ellos quieren «aportar una novedad, una ampliación de lo conocido».

Los crímenes que relatan abarcan desde 1928, cuando Josep Marimón mató a 10 vecinos (entre ellos, siete niños) en lo que se ha convertido en el mayor asesinato en serie de la Historia de España, hasta 2016, cuando María Jesús Moreno, más conocida como Maje, acabó con su marido.

A pesar de que han pasado casi un siglo de los espeluznantes crímenes que cometió Marimón, pudieron contactar con el nieto de una de las víctimas, que todavía llevaba dentro ese trauma. Les relató los hechos «como si fuera en presente». Y es que en esa tarde del 21 de mayo de hace 94 años, el infierno se desató sobre la Pobla de Ferrán (Tarragona).  

La historia de Maje es de película. Es infinitamente más pérfida que Sharon Stone en Instinto básico o Victoria Abril en Amantes. Y es que, esta mantis religiosa conocida como la viuda negra de Patraix por embaucar a uno de los cuatro amantes que tenía en 2016 para matar a su esposo, acaba de ser trasladada a otro módulo de la prisión de Foncalent; y está embarazada de ocho meses de un condenado por asesinato con el que comparte cárcel. 

Quizás esta historia no tenga tanto impacto como la de Asunta Basterra, la adolescente de 12 años que fue asesinada por sus progenitores en 2013 en Santiago. El libro cuenta con el estremecedor testimonio de la compañera de celda de la madre, Rosario Porto, que, víctima de una depresión por el infanticidio cometido, se suicidó en 2020.

Además, Figueredo asegura que «en algunos casos, el paso del tiempo ha permitido también que el asunto repose y, al coger un poco de distancia, nos ha hecho descubrir y darle matices que por la premura quizás no entendimos nosotros, ni la sociedad en general».

Para los dos comunicadores, no existe un patrón común en los crímenes, más allá de la separación entre «buenos y malos». «Nosotros buscamos precisamente lo contrario, los matices y las peculiaridades de cada caso», subraya Cullell.

Lo que sí que tienen claro es por qué a tanta gente le gusta saber de crímenes. «La razón de esta inclinación por las historias criminales es que son puro reflejo de la realidad», afirman en el prólogo.

«A veces los protagonistas de cada uno de estos sucesos son arquetipos de gente que podrían ser tus vecinos, tu peluquera o el barbero de tu barrio», expone Figueredo, que añade:«En determinadas condiciones puede haber un desencadenante que haga que una persona, por muy común que sea, pueda cometer un crimen».