La provincia registró 6.164 fallecimientos el pasado 2023

Á. de la Paz
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Toledo registra 17 decesos diarios de media, aunque se observan importantes diferencias según el calendario: se contabilizan más muertes durante el invierno y por olas de calor o frío

La estimación de fallecidos durante el pasado 2023 contabiliza 6.164 decesos en la provincia. - Foto: Yolanda Lancha

La provincia de Toledo cerró 2023 con 6.164 fallecimientos, una cifra que mejora los números registrados en los años anteriores y que, por tanto, diluye el impacto del coronavirus como causa de extinción de vida. Cada día perecieron una media de 17 vecinos, aunque existen notables diferencias de mortalidad según la época del año. La presencia de enfermedades respiratorias, vinculadas al invierno, y los fenómenos meteorológicos extremos, tanto por exceso de frío como de calor, se apuntan como dos de las causas que suelen empujar al alza el luctuoso recuento.

Las muertes superaron el centenar semanal, excepto en ocho de las 52 del año recién finalizado. Los periodos más benignos tendieron a situarse en torno a junio y septiembre. Por su parte, las tres primeras semanas de 2023 tuvieron la mayor cifra acumulada de óbitos, por encima del centenar y medio. El pico de defunciones se situó, como es habitual, en el intervalo más frío de cada año. Los jornadas posteriores a los fastos navideños constituyen la etapa que más transmisión viríca registra.

El dato de 2023, aún sin confirmar por tratarse de una estimación, mejora la cifra del año anterior en algo más de un punto porcentual y supone algunas decenas de finados menos. Las 6.232 personas que desaparecieron durante 2022, un ejercicio que comenzó marcado por otra ola de coronavirus, supusieron, en cualquier caso, un respiro respecto al bienio precedente. En los años 2020 y 2021, las cifras de decesos se dispararon por la irrupción de la pandemia. En el primero de los dos, se constataron 8.156 vidas perdidas en la provincia, el peor año de la serie histórica que recoge el Instituto Nacional de Estadística. En 2021, fueron 6.618 los difuntos en territorio toledano. Durante el último año prepandémico, fueron 6.067 los vecinos que finalizaron su existencia, un guarismo parejo al del registro anual más reciente.

A lo largo del pasado 2023, se contabilizaron 17 fallecidos en la provincia menores de 20 años. Asimismo, fueron 19 los veinteañeros que vieron truncada su vida y 31 las personas en la treintena que perecieron. La mortalidad se incrementó en las cohortes superiores, siendo más abultada en las personas con más de 90 años, un grupo que contabilizó 2.056 defunciones.

La mayor longevidad del sexo femenino queda ratificada por el importante volumen de fallecidas al filo del siglo de vida. En la cohorte de difuntos con más de 90 años, hasta 1.311 de los dos millares de finados acumulados en la provincia durante el pasado año se correspondieron con mujeres.

Sin embargo, la mortalidad masculina es mayor tanto en el conjunto de las defunciones (3.126 hombres por 3.038 mujeres) como en algunas franjas tempranas de vida. Por ejemplo, hasta los 20 años de edad, los varones perdidos fueron 11 por seis chicas (cabe recordar que hay más nacimientos de niños que de niñas). Entre los 50 y los 69 años, todavía una edad prematura dada la creciente esperanza de vida de los toledanos, murieron 608 hombres y 286 mujeres, lo que supone que en las cohortes de vida adulta madura perecieron más del doble de varones.

En cualquier caso, la brecha de sexo en la mortalidad ha minorado en la última revisión anual. Respecto a 2022, se contabilizaron 77 varones fallecidos menos y nueve mujeres más.