A las siete de la tarde se constituía ayer el Consejo de Participación del Distrito Centro de Toledo, un distrito con muchas propuestas vecinales atrasadas, tales como la recuperación de Palomarejos, la creación de viviendas en el Virgen de la Salud o la iluminación de Santa Teresa y el aparcamiento disuasorio.
Una de las asociaciones más críticas con la Participación Ciudadana durante la pasada legislatura fue La Voz del Barrio, de Palomarejos. Tenía grandes asuntos pendientes, como la remodelación de Korea, la utilización de los terrenos del Virgen de la Salud para viviendas para jóvenes, un plan de arbolado y la utilización de la Escuela de Enfermería. Ya ha presentado todas estas cuestiones al concejal de Planeamiento Urbanístico, Florentino Delgado y se las va a remitir por escrito.
Explica el portavoz vecinal, Paco Arce, que la prioridad del barrio es la creación de viviendas en la zona del hospital, así como equipamiento, como una biblioteca de distrito y un salón de actos. La Asociación se opone de plano al traslado allí del cuartel de la Guarda Civil «porque no serviría para otra cosa». Su opción es que vaya a la Zona de Contacto y cosa barrios. De hecho, también el actual cuartel debería ser viviendas para jóvenes. Finalmente está la rehabilitación de Korea con fondos europeos. Parece que los vecinos optan por recuperar los inmuebles, mejor que demoler.
Más allá de estas grandes cuestiones, Arce tenía ya previstas dos nuevas mociones, para el primer Consejo de Participación, que tendrán que esperar para dentro de dos meses. La primera es la rehabilitación del centro cívico de Palomarejos, cerrado por obras desde hace un año, con deficiencias que la propia Asociación ha venido denunciando. Para Arce «no es de recibo que un centro cívico esté cerrado más de un año por una birria de obras, si tienen que rematar algo, que lo limpien y que comience a funcionar». Su idea sería poner en marcha los talleres en octubre. Pero más allá, La Voz del Barrio pide una rehabilitación integral del espacio, «porque parte del sótano está apuntalado, el centro no se ha tocado en 36 años de vida que tiene». Se refiere a iluminación, calefacción o equipamiento.
La segunda propuesta pendiente será un plan de arbolado para el barrio, que en su día ya se presentó y se aprobó.
Santa Teresa. Durante los próximos meses, la Asociación de Vecinos de Santa Teresa, apunta Antonio Arias, va a volver a solicitar «todo lo que no se ha hecho en el barrio, que no se ha hecho nada». Volverá a reivindicar la reforma de los acerados del camino del Molinero, la adecuación del aparcamiento disuasorio y su iluminación, el alumbrado en general en todo el barrio, una reforma del arbolado y de zonas verdes y el fin de los problemas de ruido que quedan en la plaza de Cuba, «vamos a volver a presentar todo lo que llevamos en estos últimos ocho años, porque no se ha hecho absolutamente nada».
Y ante esa indolencia, apunta Arias, «tú hoy llegas a las diez de la noche, con los bares y las terrazas abiertos, y el alumbrado es suficiente en algunas zonas, aunque otras se siguen quedando muy pobres de luz, pero cuando se van los bares, sobre todo en la avenida de América, se queda a oscuras por completo». Una iluminación que también se ve necesaria en el parking, además del fin de su adecuación, «porque no hay absolutamente nada, con el peligro que eso conlleva».
De momento, el Consejo nace con mal pie, de cara a Santa Teresa, dado que hasta esa misma mañana no llegó la notificación de que el Consejo sería por la tarde.