El damasquinado espera con ilusión la declaración de BIC

La Tribuna
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Los profesionales de este sector tan característico de la ciudad esperan que la declaración como Bien de Interés Cultural sirva para hacer resurgir la profesión y general un relevo generacional

Damasquino de Toledo. - Foto: V.B.

El gremio de damasquinadores de Toledo ven con ilusión el camino iniciado con la vista puesta en que su arte sea declarado Bien de Interés Cultural, un extremo que podría servir, según consideran, para revertir un sector "enfermo", abriendo una senda de esperanza que venga acompañada de un cambio generacional a largo plazo.

Tras varios años esperando a conseguir este estatus, el presidente de la Fundación de Damasquinado de Toledo, Mariano San Félix Martín, ha defendido en declaraciones a Europa Press que el papel del Gobierno regional "ha estado bien" en relación al proceso de documentación para poder llevar a cabo este trámite.

Actualmente, el Damasquinado se encuentra "enfermo" por la poca importancia que se a su juicio se le da, a lo que San Félix ha añadido "la falta de recursos". El presidente de la Fundación ha explicado que "va a ser difícil, y no es catastrofirmo, que salga adelante pero lo estamos intentando con la ayuda de todos" agradeciendo el apoyo de los medios y de las personas que colaboran en dar voz a esta forma de hacer arte.

Hace unas décadas atrás, Toledo vivía de tres grandes sectores como son La Fábrica de Armas, la Academia de Infantería y el Damasquinado de Toledo, detalla San Félix. Esta última disciplina, con el paso de los años, ha ido perdiendo protagonismo en la ciudad debido a la perdida de productos 'souvenir' elaborados.

Sin embargo, San Félix ha resaltado que "el damasquinado puede suponer un gran ingreso para Toledo" en la parte lúdica de la profesión y en la parte artística, tras lo que ha reclamado trabajar para que "no se pierda una cosa que viene de tradición de tantos siglos".

Por ello, este trámite puede llegar a ser útil en el progreso de la profesión. Como ha mencionado anteriormente San Félix, es un camino difícil el que queda por recorrer, y el relevo generacional es un factor muy importante para este sector.

"La administración no tiene una estadística de los damasquinadores que trabajand", ha alertado el artesano.

En todo caso, este cambio generacional está en juego, ya que, por ejemplo, él tiene sólo media decena de discípulos.