Pérez Henares se adentra en 'La Española'

SPC
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El escritor castellano-manchego publica esta nueva novela coral que describe aquellos agitados años, a caballo entre los siglos XV y XVI, en los que en una isla del mar Caribe se gestó el mayor de los imperios

1 · Ruinas de Panamá la Vieja, consideradas como el primer asentamiento europeo en América. 2 · La Isabela fue fundada por los españoles en 1494. 3 · Antonio Pérez Henares, junto a De la Quadra-Salcedo, tras el paso de un huracán en Isla Colón.

¿Qué es La Española?, ¿cómo surgió y quiénes la fundaron? La nueva aventura editorial de Antonio Pérez Henares da respuesta a estas y otras muchas cuestiones.

El escritor y periodista, conocido por los lectores de este periódico por su estrecha vinculación al grupo editorial Promecal, se adentra en la Historia y ofrece esta obra coral sobre un tiempo fascinante en el que España descubrió un nuevo mundo e hizo cambiar el ya conocido y el recién descubierto para siempre. Todo ello creado por unos personajes que son ahora parte esencial del origen de la Humanidad. El libro es un excelente retablo de aquellos agitados años, a caballo entre los siglos XV y XVI, en los que en una isla del mar Caribe se gestó el mayor de los imperios.

Cuando el almirante Colón regresó a la isla de La Española en 1493, al frente de 17 naos, se encontró el Fuerte Navidad, (que apenas unos meses antes había dejado bien guarnecido), quemado, con cadáveres flotando en el mar y sin supervivientes. En el paraíso se había abierto una puerta al infierno.

La Española (hoy Santo Domingo y Haití) fue el principio de todo en América. El primer puerto de arribada y partida, con cruce con la muerte hacia la gloria y el oro; la primera ciudad, la primera calle empedrada donde pasearon las damas y la primera virreina, la primera catedral. En ella sucedió la primera batalla, convivieron los primeros caballos y los perros soldados; se erigieron los primeros héroes, los primeros rebeldes y los primeros enfrentamientos fratricidas, tan españoles. Se dieron los primeros defensores, con la reina Isabel a la cabeza, de los indios y los primeros mestizos que marcarían el futuro y la seña de identidad de la América Hispana.

Historia del mundo

La novela La Española es la crónica de quienes son historia del mundo. Los Colón, el piloto Juan de la Cosa y su gran amigo el bravo capitán Ojeda, los Niños y los Pinzones, Ponce de León, Bartolomé de las Casas, Ovando, Vasco Núñez de Balboa, su verdugo Pedrarias, De las Casas, Vespucio y también Guancanagari y Caonobo y la bella y trágica Anacaona. Con Cortés, con Pizarro, con Alvarado para emprender las más grandes conquistas. También de los grumetes Trifoncillo y Alonso, del locuaz tabernero Escabeche, de su mujer la india Triana y de los perros Becerrillo y Leoncico. 

Todos ellos se dan cita en un mismo instante y lugar, en el desembarco, espada en mano en la batalla o bebiendo vino de la misma jarra con sus diferentes y, a veces, encontradas personalidades. Sus sueños, ambiciones, hazañas, virtudes y maldades, sus peripecias y desgracias, que les llevaron ora a la gloria ora a la muerte y no pocas veces a ambas.

Pérez Henares escribe esta obra  desde el rigor histórico y su vivencia personal. Ha recorrido aquellas mismas expediciones en sus siete expediciones con la Ruta Quetzal, que él mismo señala como origen primigenio de esta novela.

«Caminé con Miguel De la Quadra-Salcedo como guía y maestro por los lugares que describo, colgué mi chinchorro donde ellos descansaron. Me perdí por las mismas selvas, navegué sus mares y subí por sus ríos donde buscaron el oro y guardé para siempre la emoción, el recuerdo, los olores, sabores y sonidos de la Isabela, Fuerte Ozama, el Paso de los Hidalgos y el Yaque, la desembocadura del inmenso Orinoco y el revuelto Chagres, la Bahía del Calamar, las ruinas de Panamá la Vieja, el rugir de un huracán en Isla Colón y tantas voces y ecos del pasado que espero hayan logrado impregnar en mi relato. Se cumplen 25 años de la primera ruta en que desembarqué en la ensenada de Macuro, en el golfo de Paría (Venezuela) tras el tercer periplo del Almirante. Allí supe que lo escribiría. He tardado un poco. Aquí está al fin en mis manos y espero que también en las suyas», confiesa el autor.