El Casar de Escalona lleva más de un año sin policías locales

J. M. / Toledo
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Cuatro agentes llevan más de doce meses de baja médica y sólo está en activo el jefe de la plantilla. El alcalde y los policías se cruzan acusaciones sobre el funcionamiento del servicio

Cruce de acusaciones entre el equipo de Gobierno y los policías locales de El Casar de Escalona. - Foto: V. Ballesteros

El equipo de Gobierno y los policías locales de El Casar de Escalona están a la gresca y en pleno cruce de reproches. Los cuatro agentes que pertenecen al servicio llevan más de un año de baja, a excepción del jefe que permanece en activo, y han reaccionado con un comunicado a través de UGT a unas declaraciones a un medio de comunicación del regidor municipal, Valentín Durán. A este respecto, defienden que practicaron «numerosas detenciones» durante los últimos años, aunque el alcalde tomó medidas durante el año 2013, antes de las bajas médicas que se produjeron en un corto periodo de tiempo, para tener más controladas las actuaciones porque había detectado un rendimiento bajo.

El sindicato UGT indicó en el comunicado que, a inicios de 2013, el Consistorio prohibió a los agentes utilizar el vehículo patrulla para prestar el servicio diario, a excepción de urgencia o emergencia y cuando anochecía. Los policías denuncian que se les obligaba a realizar patrullas solitarias a pie, fruto de ello, comentan, sufrieron golpes de calor, por lo que uno fue atendido por una UVI.

Los agentes defienden «la profesionalidad, la dedicación y la honorabilidad» de sus funciones como policías locales. «Si durante estos últimos tres años no ha habido más intervenciones, ha sido posiblemente por la merma de medios para combatir esta delincuencia o la limitación a acceder de los que se dispone, por la forma de organizar a la Policía como, por ejemplo, servicios a pie y servicios unipersonales, y posiblemente por la necesidad de más policías», dice el comunicado.

El alcalde de El Casar de Escalona argumentó a este diario que detectó que los agentes no daban información suficiente al Ayuntamiento sobre sus actuaciones, en plena época de aumento de robos y la delincuencia en el término municipal. Dos años después de que accediera al cargo y ante la falta de control, tomó la decisión en 2013 de trasladar la oficina de la Policía Local al edificio del Consistorio y pidió patrullas a pie por las calles de la localidad, aunque dejó claro que los agentes podían hacer uso del vehículo municipal en caso de urgencia y por la noche.