La Garganta de Las Lanchas se salva de la tragedia

J.M.
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El terrorífico incendio del Valle del Gévalo, el más devastador que se recuerda, afecta a una pequeña parte de la microrreserva y no ha dañado el cogollo del paraje. "Fue muy triste tener que desalojar", lamenta la alcaldesa

El Valle Del Gévalo, tras el incendio.

La alcaldesa de Robledo del Mazo, Ana Belén Galán, atendía nerviosísima el teléfono a los servicios de emergencias del 112 Castilla-La Mancha. Hasta que llegó la orden definitiva del desalojo de la localidad y de su pedanía de Las Hunfrías. Un voraz incendio amenazaba estos pueblos del Valle del Gévalo, en la comarca de La Jara.

Era el pasado viernes por la tarde. A las 18:30 horas, tocó evacuar a cientos de vecinos hacia Robledo del Buey, en el caso de Las Hunfrías, y hacia Belvís de la Jara, en el caso de los habitantes de Robledo del Mazo. "Es el incendio más devastador", apunta hoy la alcaldesa en declaraciones a este diario. El fuego ha arrasado más de 500 hectáreas, entre ellas 25 de la microrreserva de la Garganta de las Lanchas, un paraje frecuentado por amantes de la naturaleza.

La alcaldesa da gracias a Dios por que las chorreras y la flora, como los singulares y antiquísimos loros, permanecen intactas. "No han sufrido ningún daño", explica aliviada, tal y como han confirmado agentes medioambientales. Ana Belén no ha podido subir todavía a la Garganta de las Lanchas, pero sabe que el incendio solo ha afectado a los pinos.

Declarada microrreserva en mayo de 2003, con una superficie aproximada de 435 hectáreas incluida en la Red Natura 2000, forma parte del Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) y de la Zona de Especial Protección para las Aves 'Montes de Toledo'. También forma parte del área crítica del águila imperial y de la cigüeña negra. Se trata de un pequeño valle boscoso recorrido por un arroyo que vierte sus aguas al río Gévalo, protegido por su valiosa variedad de especies amenazadas de flora y fauna,así como por su interés paisajístico, en el que destaca la presencia de varios saltos de agua.

Ahora, queda la labor de reforestar la masa forestal con la ayuda de la Junta y confía en la plantación de especies autóctonas para devolver la vida a esas más de 500 hectáreas.

El incendio comenzó en el término de Sevilleja de la Jara, pero enseguida superó el collado de Riofrío y se introdujo en el Valle del Gévalo, formado por Robledo del Mazo y sus cuatro pedanías (Las Hunfrías, Robledillo, Navaltoril y Piedraescrita). "No hay sospechas sobre el origen", indica.

"Fue muy triste tener que desalojar a la gente, pero los dos pueblos fueron desalojados enseguida", señala Ana Belén, quien obedecía las órdenes del 112 e intentaba mantener la calma entre los nervios. El cercano Ayuntamiento de Los Navalucillos colaboró con personal de Protección Civil. Unos 100 vecinos acabaron en el centro cultural Robledo del Buey, y cerca de 200 en el de Belvís de la Jara. Durante 24 horas. El sábado, hacia las ocho de la tarde, pudieron regresar a sus domicilios.

"Es impactante ver toda la zona quemada", reconoce la alcaldesa, que se mantuvo en la zona, junto con el teniente de alcalde y unos vecinos jóvenes que intentaban frustrar el avance de las llamas.