El 4% de los toledanos trabajan en una profesión tecnológica

Á. de la Paz
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Se trata de un dato inferior al del conjunto del país (7,7%) y de la región (4,1%), aunque en la última década la proporción de empleados dedicados a estas labores profesionales ha aumentado dos décimas

Trabajadoras en el desempeño de una actividad tecnológica. - Foto: Ingrid Fernández

El 4% de los trabajadores de la provincia de Toledo desempeñaron el pasado año su labor profesional en una actividad relacionada con la tecnología. Respecto al dato de 2013, el número de empleados en este sector se incrementa en dos décimas. El peso del empleo tecnológico en el conjunto de Castilla-La Mancha escala hasta el 4,1%, con las provincias de Guadalajara y Ciudad Real (ambas en el 5%) por encima del registro toledano. En el conjunto de España, un 7,7% de los afiliados a la Seguridad Social están ocupados en este sector.

La Fundación Cotec desgrana los datos por territorios en su Mapa de Empleo Tecnológico, una herramienta que permite «examinar el peso y la evolución de los empleados en este sector en el último decenio», explica la entidad. La base de datos utilizada para extraer el porcentaje de trabajadores dedicados a estas labores es la estadística de afiliados a la Seguridad Social «en las 13 ramas de las actividades económicas más intensivas en tecnología».

Toledo no se beneficia del impacto de la vecina Comunidad de Madrid, la región uniprovincial colindante donde el empleo en las profesiones relacionadas con la tecnología alcanza el 10,5% de todos sus afiliados. La provincia de Guipúzcoa, con un 12% de su masa laboral dedicada a estos desempeños, encabeza la clasificación. Le siguen en el liderazgo tecnológico los territorios de Madrid, Zaragoza y Barcelona, todas con alrededor de un 10% del total de sus cotizantes relacionados con tal ámbito.

El avance del empleo en esta rama del tejido productivo durante la última década se observa en el conjunto del país. Sólo en tres provincias, Cádiz, Lugo y Huelva, el peso de la tecnología en el mercado de trabajo mengua. Sin embargo, el incremento constatado en Toledo, apenas dos décimas en diez años, resulta uno de los más exiguos en España. Solo empeoran el bajo dato toledano las tres provincias citadas, además de Álava, Tarragona, Teruel, Palencia y la ciudad autónoma de Melilla. El mismo 0,2% de crecimiento se registra en Navarra, Zamora, Ávila, Islas Baleares y la ciudad autónoma de Ceuta. «Hay diferencias provinciales muy notables en el ritmo de avance», constata el informe de la Fundación Cotec. Los mayores avances se producen en Salamanca (1,8%), Granada (1,7%) y Jaén (1,6%).

El estudio refleja un «alto grado de polarización territorial». Cotec detalla cómo un 37,5% del empleo tecnológico «se reparte entre cuatro comunidades autónomas del noreste peninsular», tales Navarra, País Vasco, Cataluña y Aragón. Por su parte, la Comunidad de Madrid, región líder (los datos vascos caen por el menor peso comparativo de Vizcaya), acapara el 10,5% de todos los empleos de este tipo en el conjunto de la nación.

MÁS EMPLEOS EN LA CIUDAD. La evolución del empleo tecnológico en la capital regional refleja un crecimiento similar al del conjunto de la provincia, aunque la tasa de trabajadores que tienen como profesión a alguna de las áreas tecnológicas se eleva hasta el 4,7% en 2023. Respecto al dato conocido un decenio antes, la proporción se incrementa desde el 4,64% anterior.

En los últimos diez años, un periodo expansivo para la creación de empleo en la provincia, el número de personas dedicadas a esta profesión en la ciudad de Toledo se ha incrementado en afiliados por encima del millar: en 2013 eran 2.589 los vecinos que se afanaban en tales desempeños, una cifra que se eleva hasta los 3.597 del último ejercicio anual completado.

Las profesiones que más empleados ganan son las relacionadas con programación y consultoría, con 344 nuevos cotizantes. También se eleva el número de afiliados en labores como la fabricación de productos farmaceúticos (187 más) y la de productos informáticos (otros 132). Los únicas ramas que pierden afiliados son las de servicio de información e industria química.

Peor resultado muestra Talavera, donde solo el 1,9% de sus afiliados tiene un trabajo relacionado con el empleo tecnológico, apenas media décima más que en 2013. Son 532 los talaveranos que dedican su actividad profesional a estas actividades, 123 más que hace una década. Destaca el repunte en programación y consultoria y la importante destrucción en la fabricación de maquinaría.

El peso de la tecnología respecto al total de profesionales en Illescas y Seseña baja en la última década. En el caso de Illescas, el 14,5% de sus trabajadores se dedican a tales quehaceres. Se trata de una proporción muy superior a la del promedio provincial, más del triple; sin embargo, en 2013, eran el 19,93%. En la cabecera sagreña hay 313 afiliados más en diez años, hasta los 1.658 empleados: los efectos del aumento en el número cotizantes y el crecimiento de la población en la tercera ciudad de la provincia explican el parodójico alza en términos absolutos y la caída en términos relativos. 

Por su parte, Seseña sufre una importante pérdida del tejido tecnológico, desde el 14,77% anterior al 5,1% actual. Hay 415 personas operando en el ámbito de la tecnología, 264 menos que en 2013.