«El PSOE quiere que vivamos de rodillas y comamos insectos»

Mario Gómez
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VOX ha elegido Toledo para cerrar su campaña de cara a las elecciones del domingo. Abascal lideró un mitin en el que el político vasco arengó a sus votantes y presumió de ideario político ante algo más de un millar de personas

Santiago Abascal cerró la campaña regional y municipal en Toledo. - Foto: Frank Alpizar

Algo más de un millar de personas abarrotaban la plaza del Ayuntamiento para el cierre de campaña de Vox. Todo a la carta de su máximo exponente y referente Santiago Abascal, que se abría paso en lor de multitudes entre selfies y gritos de presidente. 

Abascal fue el más aclamado, cada referencia a él o en su intervención se convertía en júbilo y vítores. El presidente nacional de VOX mostró un ideario sólido y sin fisuras, en la línea de la corriente ideológica de su partido que fue jaleado por los que llenaban la Plaza del Ayuntamiento «nos lleváis en volandas», aseguró, incluso permitiéndose bromear con un grupo de turistas japoneses que levantaban sus palos-selfies, «hasta en Tokio conocen a VOX». Abascal sacó pecho de «haber aguantado contra viento y marea durante cinco años», y arremetió con excesiva dureza contra los medios de comunicación, generalizando en sus acusaciones de «poco crédito o manipular portadas y declaraciones», y no renegó de «algunos kinkis que nos han salido entre 36.000 candidatos». 

Fue subiendo el tono del líder de la formación cuando habló de temes como el trabajo, el futuro de los jóvenes o de «lo que pasa en las calles», algo que dijo, «solo VOX dice lo que pasa en realidad».  Del mismo modo, aseguró no haber hecho encuestas, y tener la convicción de que «no vamos a defraudar», ya que «los votantes podrían colgarnos de las gónadas del palo más alto de la ciudad, y con toda la razón».

Reivindicó los valores que pasan de «generación en generación», asegurando que en Chile luchan contra el comunismo y en España «tenemos un enemigo peor», aprovechando la presencia del presidente del Partido Republicano de Chile, Carlos Martín.

«El socialismo se ha disfrazado de democrático y los medios lo han comprado», dijo, antes de jactarse del «maratón delictivo que ha cogido el PSOE en los últimos días, en una carrera por atacar todo el Código Penal», partido del que recordó el oro del Banco de España, los «golpes de Estado», el dinero de los ERE, y que «mientras hay problemas con el agua y la energía, ellos derriban presas y cierran centrales», ante lo que aseguró «quieren que vivamos de rodillas comiendo insectos». La pertenencia de los hijos al Gobierno, el Estado de Alarma, declarado inconstitucional, y «el orgullo histórico de nuestros abuelos, aquí donde el Alcázar es piza clave de nuestra historia» fueron otros de los temas que afloraron ante un claro lema «que no te digan como pensar».

No solo el PP fue el blanco de las críticas, sino que el PP recibió el reproche de Abascal que dijo que «si Feijóo no rectifica y se echa en brazos de Pedro Sánchez, supone un peligro para España», porque «el PP quiere un giro de 360º, para quedarnos en el mismo sitio, mientras que VOX lo quiere de 180º para cambiar la dirección de las cosas», llegando incluso a apremiar a ambos partidos a que concurran juntos en diciembre a los comicios, porque «el PSOE toma las decisiones y cambia las leyes y el PP se asusta de deshacerlo.

«Quieren corromper a los niños, decirnos cuándo ir al cine, o entrar en televisión y como si estuvieran en un bar, decir que esto lo pagan ellos, como en el interrail», algo que dijo no pasaría con VOX, ya que tienen «la responsabilidad de cumplir con el legado de nuestros antepasados», y «un único discurso para España, que reproducen en todos sitios, y no en función de donde vayan», afirmando que «queremos un plan hidrológico nacional y que traiga el agua de donde haga falta a Castilla-La Mancha y de Castilla-La Mancha a donde haga falta. Agua para todos los españoles».