La lluvia amarilla de San Bartolomé de las Abiertas

J.Moreno
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El ayuntamiento jareño saca a información pública la intención de aprobar una ordenanza por el incremento de casas sin ocupar y sin mantenimiento alguno

Casa Getsemaní, construcción centenaria de San Bartolomé de las Abiertas.

El escritor leonés Julio Llamazares publicó en 1988 la novela 'La lluvia amarilla', una referencia simbólica al abandono de los pueblos. El título sigue en la memoria de los lectores, igual que el fenómeno de las despoblación azota parte de la provincia. San Bartolomé de las Abiertas pertenece a la comarca de La Sagra y brilló hace 70 años frisando los 2.000 habitantes. Ahora, revive con 550 empadronados, muchos más que los 438 de 2018.

Sin embargo, la ruina por el abandono de viviendas resulta notorio. Tanto, que el Ayuntamiento de San Bartolomé de las Abiertas somete estos días a consulta pública el inicio del proyecto de la ordenanza municipal reguladora del deber de conservación de la edificación residencial por la desocupación de los inmuebles.

El alcalde, Esteban Benito Blázquez, explica que la localidad ha experimentado un crecimiento reciente de población con familias llegadas de Talavera y Madrid. Por ello, el colegio, perteneciente al CRA Río Pusa, suma 50 alumnos.

Pero este renacimiento choca con el abandono de inmuebles. Sobresalen entre 10 y 15, según el alcalde. «Hay bastantes viviendas en mal estado», resalta. El Ayuntamiento pretende regular el correcto mantenimiento de las edificaciones residenciales terminadas o inacabadas, una ordenanza que se refiere también a inmuebles más o menos recientes.

«Debido a la cantidad de viviendas desocupadas y al abandono de las mismas, es necesario la aprobación de esta ordenanza, para regular la conservación el mantenimiento», sostiene el anuncio publicado el pasado día 17 por el alcalde jareño. El desarraigo de las familias con el pueblo o el coste económico pueden explicar esta desatención.

Los vecinos y organizaciones del municipio pueden presentar alegaciones hasta principios del mes de diciembre. El Ayuntamiento incide en que el número de edificaciones sin ocupar sube cada año sin un mantenimiento. Así, pretende evitar el abandono en un municipio sin ninguna ordenanza expresa hasta ahora.

San Bartolomé de las Abiertas alberga inmuebles centenarios. Como la Casa Getsemaní, que sigue un esquema frecuente para los edificios señoriales. «Tiene dos plantas, con ventanas en la primera y balcones en la segunda, y una decoración que combina lo clásico con el arte toledano y el estilo neomudéjar», describe el Ayuntamiento sobre un edificio señero.