Las obras para rehabilitar el azud situado en el cauce del Tajo, junto a la central hidroeléctrica de Palomarejos y el puente atirantado, se han iniciado recientemente dejando una imagen más que insólita. Los trabajos de reforma, cuya licencia se aprobó en Junta de Gobierno el pasado mes de febrero, son visibles con el corte del salto del agua habitual en esta parte del río y los numerosos sacos de materiales para iniciar unas obras con un periodo de ejecución de año y medio.

Las obras supondrán la reconstrucción de toda la sección original, actuando sobre el revestimiento a base de mortero y con hormigón armado, según informó la entonces portavoz del  equipo de Gobierno, Flora Bellón, en la aprobación de los trabajos. La licencia de reparación de este salto de agua se aprobó a instancias de la mercantil Cienes, actual concesionaria del aprovechamiento hidroeléctrico de las aguas por la CHT desde 1997.

Los trabajos iniciales eran ya visibles estos días, especialmente para los conductores y vecinos que utilizan el Puente de Castilla-La Mancha para caminar o hacer deporte. El agua ya se había cortado y no saltaba el azud, permitiendo ver una superficie normalmente tapada por el paso del agua, que continúa tras el salto su camino hacia el centro de la ciudad.

El presupuesto aprobado es de 129.175,64 euros y el plazo de ejecución de 18 meses.