Una lección de vida y superación a 6.962 metros de altitud

Mario G. Gutiérrez
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La Biblioteca de Castilla-La Mancha acogió en la tarde de ayer el visionado del documental rodado en Bolivia 'Cholitas', y posterior tertulia por videoconferencia con Jaime Murciego, uno de los directores

Las protagonistas del documental ascendiendo a la cima del Aconcagua. - Foto: L.T.

Dora, Lydia, Cecilia, Elena y Liita son los nombres de cinco mujeres indígenas bolivianas que protagonizan una expedición «única».

Las cinco pretenden anular la brecha de género que existe en Bolivia y que lastra a la mujer. Un discurrir marcado por la liberación y empoderamiento en el que pretenden escalar la montaña más alta de América: el Aconcagua de 6.692 metros de altura.

Precisamente por el hecho de querer denunciar y eliminar la brecha de género que tienen en su tierra, la experiencia la desarrollan vistiendo su falda tradicional, mostrando su cultura a la vez que derriban barreras.

'Cholitas' es una película documental en la que las protagonistas, además de visibilizar a la mujer, muestran el vínculo con la naturaleza, y donde «no hacer cima no era algo que nos preocupase, no queríamos contar que se coronaba el Aconcagua, para nosotros el material era el testimonio de superación y romper barreras».

«Se trata también de reflexionar sobre lo que la montaña y la naturaleza nos enseña al respecto del cuidado de la vida. También sobre la cosmovisión indígena, la realidad y la enorme riqueza de América Latina», explica a La Tribuna Jaime Murciego director del largometraje.

Murciego participó por videoconferencia ayer en la proyección del documental en la Sala de Conferencias de la Biblioteca de Castilla-La Mancha, un cineforum, al que siguió un debate posterior en el que los creadores abordaron temas como la discriminación de la mujer, no solo laboral, sino también de precariedad económico-social o violencia.

Un planteamiento sobre la cultura indígena que afloró junto a temas de actualidad y la riqueza y variedad de los territorios de América Latina. 

«En el documental se ve a cinco mujeres cansadas de bajar la cabeza y de que les digan que su lugar está en casa» explica Murciego, «saben que sus maridos son guías de alta montaña, y la gente baja feliz de la cima, y ellas quieren experimentarlo también», a la vez que pretenden mostrarse a ellas mimas, «alcanzando una cima que parecía solamente reservada a hombres».

Todo ello en un relato «clásico», preparativos, aproximación y viaje, hacia una cima que funciona como objetivo narrativo, pero que no es solo eso, que significa un viaje que avanza hacia el interior de sus protagonistas y la vida que las rodea, pero que a la vez implica un ascenso no solamente físico, sino también narrativo. Una introspección hacia el interior del ser humano, «llevando al espectador a introspección personal y a la reflexión sobre las relaciones con los iguales y el medio».