Un vertedero a las afueras de la piscina

J. Monroy
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Junto a las instalaciones se acumulan, desde antes de su apertura, escombros de obra, restos de poda y cada vez más latas

Un vertedero a las afueras de la piscina

No es la primera vez que los usuarios de la piscina de verano del Polígono se quejan al Ayuntamiento del estado de abandono de la parcela situada a la izquierda de su puerta de entrada. Este verano, parece que la situación incluso es peor desde antes incluso de la apertura de las instalaciones el 1 de junio.

Hace ya varias semanas que el expresidente vecinal, Emiliano García, remitió al Buzón del Ciudadano una queja referente al mal estados de esta parcelas en las inmediaciones de la piscina, sin que hasta el momento haya recibido siquiera una respuesta por parte del Ayuntamiento. «En toda la parte izquierda de la entrada a la piscina hay restos de obra, que aparentemente son de la actuación en las propias instalaciones para afianzar las puertas y demás», apunta García. El caso es que en este espacio se acumulan escombros, restos de poda y botes, cada vez más, una situación que recuerdan tiempos muy pretéritos en el barrio, pero que no parece la más adecuada en un espacio urbano consolidado como este, entre la piscina, el pabellón, el parque Lineal y la calle Río Tiétar. Para este vecino «esto es una falta de respeto para los que vamos diariamente a la piscina, y me cuesta mucho trabajo creer que ningún concejal haya pasado por allí delante. Aunque si han pasado, casi peor, porque la desidia sería enorme». En definitiva, «es una falta de respeto a los que acudimos, y no requiere tanto esfuerzo limpiar aquello».

En todo caso, si no fuera una parcela municipal, apunta García, el Ayuntamiento tendría que obligar al propietario a limpiarlo y vallarlo. No ve excusa posible.

Poda inadecuada. A esta queja García une la de la poda inadecuada en las instalaciones de la piscina. Se ha desarrollado casi cuando ya estaba en servicio «y ahora todo es un chicharrero», sin sombra.

También ha desaparecido la marquesina en 'ele' a lo largo y ancho de la instalación. Como alternativa, la pasada semana tan solo se han instalado, mes y medio después de la apertura, unos tubos para que los usuarios se puedan llevar sus propias sombrillas. «Este es un estilo made in Polígono, cosa que se estropea, cosa que no se repara, ni se repone», se lamenta.