Ocaña suspende actos en la plaza Mayor por orden judicial

J.Moreno
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La demanda de una familia desencadena que el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Toledo imponga como medida cautelar la prohibición de actividades ruidosas

Ocaña suspende actos en la plaza Mayor por orden judicial - Foto: Ángeles Visdómine

Las aguas bajan revueltas en el municipio de Ocaña. Los vecinos han puesto el grito en el cielo por las consecuencias de la demanda presentada por una familia que reside en la misma plaza Mayor. El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Toledo ha impuesto como medidas cautelares, hasta la sentencia firme, la suspensión de las actividades molestas por la celebración de actos festivos y musicales que excedan los límites ordinarios de ruido.

El portavoz del equipo de Gobierno, Juan José Rodríguez, explicó ayer a este diario que el Ayuntamiento de Ocaña debe acatar la decisión judicial, aunque haya presentado un recurso, y ha suspendido ya parte de la programación navideña prevista en la plaza Mayor. El Consistorio optará también por reubicar parte del contenido de una de las fiestas más notorias del año. Pero el alcance se prevé mayor y más duradero.

«Es el corazón del pueblo», expone el portavoz por los graves contratiempos de estas medidas cautelares impuestas por el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Toledo, que hace mención expresa a que la suspensión incluye también las fiestas patronales.

De esta manera, el Ayuntamiento de Ocaña se plantea ya la reubicación de actos tan importantes previstos por tradición en la plaza Mayor como la Cabalgata de los Reyes Magos.

Rodríguez indicó que la demanda procede de una sola familia de las numerosas que viven en la plaza Mayor. Al respecto, explicó que residir en el cogollo de Ocaña implica ventajas e inconvenientes. Y mencionó que el importe de las obras de rehabilitación de las cubiertas y fachadas de las viviendas correspondió al Ayuntamiento y a la Junta de Comunidades por tratarse de un Bien de Interés Cultural. «Toda la vida se han celebrado actos», abundó para evidenciar lo sorprendente de la demanda.

No obstante, el malestar de esta familia se remonta a hace unos seis años. Mediante escritos, expresaban su disconformidad con la programación en la plaza Mayor. Incluso el alcalde se reunió con ellas. Pero, finalmente, el litigio ha proseguido y ha desencadenado la adopción de medidas cautelares. La orden de suspensión hace peligrar, por ejemplo, la integridad de las procesiones de la Semana Santa, una fiesta declarada de Interés Turístico Nacional, porque los desfiles pasan por la misma plaza Mayor.

El auto del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Toledo detalla que están permitidas las actividades culturales, «siempre con respeto a la normativa sobre espectáculos públicos, ruido y horarios».

La Junta declaró la plaza Mayor de Ocaña Bien de Interés Cultural el año 2002, Se trata de un ejemplo típico de la tipología de las plazas castellanas, tal y como destaca la Consejería de Cultura, que añade que es un espacio público de arquitectura neoclásica cuya autoría correspondió Francisco Sánchez. Su construcción comenzó en 1782. En 1961, el Ministerio de Vivienda concluyó la plaza, que quedó pavimentada en 1969.

«El pueblo está revuelto y enfadado», reconoce el portavoz del equipo de Gobierno. Un enfado que ha quedado constatado por las abundantes reacciones de los vecinos a la publicación de la orden judicial.

Los servicios jurídicos del Ayuntamiento de Ocaña han presentado ya un recurso en el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Toledo. Pero, de momento, el equipo de Gobierno debe acatar la decisión judicial y sopesar la programación navideña con la espada de Damocles sobre la plaza Mayor.