Jesús Morales

Nada particular

Jesús Morales


La España vaciada y los bares

07/11/2023

He escrito mucho sobre lo que  personas principales y de mucho mando llaman la España vaciada que muchos no sabemos qué significa, algunos pensamos que  será como si un gigantesco titán cogiera con sus enormes manazas regiones enteras y las agitara para que cayera la gente al vacío dejando pueblos y ciudades deshabitadas. Así de surrealista. Sea como sea lo cierto es que hay partes de España cada vez más deshabitadas y solitarias. Últimamente estoy muy cerca de nuestros pueblos: Sotillo de las Palomas, Lucillos y he pensado en las causas del abandono: abusos y arbitrariedades de las empresas de autobuses, pésimas comunicaciones non Talavera, abandono y olvido de las administraciones  respecto a los ciudadanos que viven en los pueblos y muchas otras causas que todos sabemos; he comprendido también que hay una razón que puede parecer frívola o de poca importancia pero que tiene su peso en la calidad de vida de quienes eligen un pueblo para vivir: el o los bares de cada población. Seguro que hay quien lee esto y piensa que estoy desvariando.  Yo creo que no.
Si paramos un momento y pensamos en un bar de pueblo, por pequeño que sea, el bar no deja de significar un lugar de reunión, de socialización como ahora dicen los enterados algo pretenciosos, en el que se ven se hablan, se encuentran los vecinos, se discute, se trata a conocidos o forasteros y en definitiva se establece comunicación con otra gente haciendo de la vida diaria en el pueblo algo  más atractivo y menos monótono. Es por esto por lo que considero importante la existencia de estos establecimientos como un elemento principal para mejorar la vida de nuestros pueblos y municipios. Por todo lo dicho considero a los bares así como a su falta un elemento que debería tenerse en cuenta para mantener viva la vida rural y que eso que han dado en llamar 'la España vaciada' resulte cada vez más atractiva para la gente junto con la frecuencia y regularidad de los transportes y comunicaciones y demás.
 Considero que la existencia de los bares y por consiguiente su falta, un elemento que se debe tener en cuenta para que esos territorios que constituyen la llamada España vaciada no se apaguen más y contrariamente resulten cada vez más atractivos y sugerentes por lo que estoy seguro que una tarea así entra en las ocupaciones de ayuntamientos y diputaciones y procurar su existencia de alguna manera. Por supuesto sé de sobra que tales bares son empresas de titularidad particular y es a sus dueños a quienes corresponde crearlos, mantenerlos y administrarlos, pero sé igualmente que al reportar tan interesantes beneficios a las sociedad deberían ser tratados con alguna singularidad.
Y ni tengo bares ni amigos que posean alguno.
Lo juro.