Juan Marín, concejal de Promoción Económica y Empleo del Ayuntamiento de Toledo, dice que se ha marcado el «propósito» de mejorar las condiciones del comercio local y, en especial, que la actividad recupere fuerza en el Casco Histórico para lo que ha empezado por la calle Martín Gamero, «una de las vías más castigadas por la crisis».

En este lugar el Ayuntamiento va a establecer un convenio de colaboración con los comerciantes para dar mayor visibilidad a los negocios de la calle en el que están todos los abiertos (son ocho porque ahora hay más locales cerrados que con actividad).

Explica que se quejan de que cuando anochece es un lugar «inhóspito» que no invita a pasar por allí, de manera que le van a dar más iluminación y a instalar elementos que atraigan al público.

Dos de las empresarias, Davinia y Elvira, insisten sobre  la idea de la visibilidad de los negocios porque recuerdan que las actividades de ellas y el resto llevan abiertas entre doce y veinte años, por lo tanto han tenido rentabilidad todo ese tiempo y se sigue invirtiendo dinero en los locales. Lo que pretenden es que sea una calle por donde se pueda pasear para ir a otros puntos de la ciudad, como la Catedral.

De forma inmediata el Ayuntamiento va a colocar una iluminación «especial» de Navidad para esta calle y Marín recalca que en el Corpus se adorna porque es parte del recorrido y funciona, por lo que desde enero se va a dejar que ellos puedan instalar elementos decorativos llamativos.

Marín indica que personalmente decidió empezar por aquí su iniciativa al ser una calle céntrica que antes era muy activa y ahora permanece «deprimida». Se trata de es otro tipo de experiencia piloto, a ver si las medidas son efectivas, al margen de lo que hagan por su cuenta otras asociaciones de comerciantes existentes. «Nuestro objetivo es potenciar tanto el Casco Histórico como otros barrios de Toledo. Creemos que para ello es básico que impulsemos  las tiendas de toda la vida».