Las fiestas en honor a San Antonio en Cedillo del Condado se han tornado en luto a causa del fallecimiento de un joven de apenas veinte años. La víctima fallecía por las heridas inferidas por las tres cornadas que le propinó un toro durante el encierro de la mañana de hoy.

El joven, que había sido identificado y además apercibido en varias ocasiones por Policía Local y Guardia Civil porque su estado parece ser que no era el más apropiado para participar en el festejo, hizo caso omiso a las advertencias. Según declaraciones de testigos visuales a La Tribuna, el joven iba en chanclas, tenía signos evidentes de consumo de alcohol, y habría pasado toda la noche en las fiestas de la localidad.

En una de las arrancadas del astado, en el cruce de la calle Nacional, no logró guarecerse en las talanqueras recibiendo una primera cornada en el glúteo que lo lanzó por los aires, una segunda que atravesó el tórax, según testigos presenciales. Una vez inferida esta el animal derrotó de forma violenta alcanzándole al cuello tras lo que cayó al suelo, sin que las asistencias pudieran hacer nada por salvar su vida.

El joven, que no era de la localidad, se vio sorprendido por un ha estado que ya había protagonizado incidentes de forma previa con una de las vacas que también participaba en el encierro y estaba siendo dificultosa guardarlo en los corrales del coso.