La segunda vida de la vieja cabina telefónica de Almendral

J.Moreno
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El Ayuntamiento serrano indulta años después a este cubículo, rescatado del almacén municipal para el intercambio de libros

La segunda vida de la vieja cabina telefónica de Almendral

La angustia del inolvidable actor José Luis López Vázquez atrapado dentro de una cabina consiguió un reconocimiento internacional. El conocido director Antonio Mercero se juntó con José Luis Garci para completar un inquietante guion con el intérprete como único protagonista. Él y también esa cabina de teléfono roja que atemorizó a millones de españoles. No obstante, este extraño mueble urbano se ganó la simpatía de los españoles, después de décadas de servicio; unos aprovechaban para llamar en sus primeros escarceos amorosos, otros se comunicaban con el extranjero para llamar de vez en cuando a esos familiares  fuera del país y los niños elegían el cubículo para el escondite.

La incorporación de la telefonía móvil orilló primero y suplantó totalmente después a las cabinas de teléfono. Incluso en pueblos pequeños como Almendral de la Cañada, en pleno corazón de la Sierra de San Vicente. Antes incluso de la pandemia, el Ayuntamiento había hecho guardar polvo en los almacenes municipales ese antiguo elemento imprescindible. Un cartel electoral destrozado con la cara de Pablo Casado, expresidente nacional del Partido Popular, evidenciaba el paso del tiempo.

Pero el Ayuntamiento ha decidido dar una segunda vida a esa desvencijada cabina telefónica. El personal municipal recolocó el pasado viernes el trasto en el paseo de los Álamos, la misma ubicación de las décadas anteriores. «Vuelve a su origen con una estupenda iniciativa», anunciaba el Consistorio serrano.

Esa propuesta consiste en que los vecinos intercambien libros en la cabina telefónica. El teléfono continúa en el interior, pero desde el próximo sábado, los libros serán preferentes dentro de este desaparecido elemento público.

El alcalde, Marcelino Fernández, explicó a este diario que ha pedido la colaboración de los vecinos; concretamente, las mujeres que adornan el municipio en las Navidades se afanan ahora por decorar la cabina como núcleo para el intercambio de libros. La biblioteca municipal desapareció hace unos seis años en esta localidad de menos de 400 habitantes, y el bibliobús suple esa carencia de oferta. Ahora, los vecinos compartirán sus gustos.

Telefónica sustentó la decisión en que las cabinas telefónicas han quedado en desuso, con más de un 80 por ciento de los usuarios que reconocían no haber usado nunca una. Según informó la entidad a finales de 2021, un total de 708 cabinas telefónicas desaparecerían en Castilla-La Mancha y se daba como margen el año 2022. La provincia de Toledo sumaba entonces 253, la cifra más alta de la región. Además, Ciudad Real tenía 171, y Albacete, 137. Guadalajara conservaba 76 cabinas, y Cuenca, 71.

En España, el gobierno instaló la primera cabina telefónica en el año 1928 en la caseta del Viena Park (hoy conocido como Florida Park) en el Retiro de Madrid. Una operadora permitía el proceso de llamada. Su despliegue fue paulatino. Aunque esta caseta se considera la primera cabina del país, en realidad era un 'cajetín', diferente al concepto actual de una cabina. El origen del cubículo destinado a albergar el teléfono público se remonta a los años 60. Concretamente, en 1963. Madrid, Barcelona, y después ciudades como Bilbao, incorporaron este icono de las telecomunicaciones.

Ahora, el Ayuntamiento de Almendral de la Cañada ha rescatado la reliquia para seguir comunicando a las personas.