En casa, de cuatro en cuatro (4-1)

J. M. Loeches
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El CD Toledo recupera su pegada para golear en el Salto del Caballo a la Agrupa San Clemente

Chupi fue el autor de dos goles - Foto: David Pérez

No hay nadie que no esperase una victoria del CD Toledo contra la Agrupa San Clemente. Es lo que tiene salir exigido a todos los partidos. El equipo verde exhibió potencial ofensivo y pegada ante un digno rival. Esta vez no sirven las excusas de la depresión y las confianzas. El caso es que los de Carlos Gómez tienen tres puntos más, y están ahí, aunque por la calle parezca lo contrario.

Con dos mediapuntas de mediocentros, con dos delanteros centros y con dos extremos atacantes y con gol. Con esa cartilla salieron los verdes, y aun así, alguno habrá que tilde al autor de cagón. La primera ocasión fue una falta directa de Chupi que no cogió portería.

El afán del CD Toledo era llegar al área como fuera, para asustar desde los primeros minutos. Al final, a balón parado fue la manera más fácil de crear peligro. En un saque de esquina, se pidió insistentemente penalti por un posible mano de un defensor a un tiro de Ramón. La jugada no terminó ahí, Mario Gómez remató después, y luego Costa la acabó mandando al cielo estorbado por varios rivales.

El partido en sí no tenía demasiado ritmo. La Agrupa San Clemente se metió muy atrás, y los locales no encontraron espaldas que correr. Tampoco se decidieron a poner centros para buscar a los dos torreones. Acabaron entrando con los pies, a base de toques, pero ahí la atención de la defensa se impuso a la habilidad de los delanteros.

Total, que siempre es bueno recurrir a la estrategia, y ahí el Toledo se nota que empolla. Chupi volvió a rematar otro córner en el primer palo, y Adri  tuvo que repeler como pudo el lanzamiento. En el posterior saque de esquina, el balón se paseó hasta el segundo palo. Allí estaba Manu Gavilán para ponerla entre el portero y el palo. Se coló de mala manera, pero sirve. O no. Eso parece que lo deciden algunos.

El tanto anestesió aún más el encuentro. El San Clemente incrementó su tiempo con el balón de pie en pie, aunque sin concretar demasiado. Solo un tiro de Mamadou con la puntera que no sorprendió a Yelco Ramos. La réplica, en el minuto 37, vino con un tiro de Angelito desde fuera del área que atajó Adri sin problemas.

Sin controlar el juego, el Toledo tenía el resultado y la sensación de poder marcar algún gol más en cuanto acelerase un poquito. En una salida rápida de Pepe Delgado, Costa acabó rematando sin mucho ímpetu, y por eso no pasó nada. Sí que se agitó el ánimo de la grada con un contragolpe dirigido por Chupi al que le faltó la guinda. Cuando había recortado al portero, su remate lo sacó Mateu bajo palos. Al descanso, no había mucho más que rescatar.

Sí en la vuelta. A base de insistencia, está claro que este equipo tiene dinamita. Y Chupi, especialmente. Otra jugada dentro del área la tuvo que concretar el '7' con una rosca con la zurda a la escuadra. Este gol rompió el partido definitivamente. Y el siguiente. Porque en una falta lateral, Piochi puso un caramelo a la cabeza del pichichi verde, que solo tuvo que dar un sutil toque para burlar a Adri.

Si había poco ya que ver en el Salto del Caballo, estas dos dianas cambiaron el foco a las redes sociales, para ver cómo iban los demás partidos. Carlos Gómez, casi siempre inteligente, miró al banquillo y se inventó un triple cambio para dar ire: Arturo, Oliva y Naranjo. Por lo menos había otros alicientes, otros futbolistas a los que evaluar.

Pero pasó de nuevo. Iván vio la segunda amarilla y por parar un contragolpe, y se tuvo que duchar antes de lo previsto. Ahora el objetivo era marcar el máximo de goles posibles para ir ganando confianza. O al menos eso es lo que se les pasó por la cabeza a los delanteros. Y a los defensa. Porque Ramón, en un córner, entró como un cañón al remate. Se le marchó por poco.

A falta de un cuarto de hora, el técnico local agotó el cupo de modificaciones con Kupen y Fontanello. Para probar alternativas. Ramón pasó al lateral izquierdo, mientras que Mario Gómez se ubicó en el centro del campo junto a Arturo. La renta en el marcador impidió cualquier emoción para el desenlace. Encima, se encararon un minutos sin chispa, sin llegadas, sin goles. Era el único acicate para lo que quedaba.

La falta de tensión pasó factura en forma de gol. Aparentemente no había peligro, pero Leon acabó rematando dentro del área sin oposición. Y, claro, marcó el 3-1. Se hizo el silencio. Dejó mal cuerpo, pero tampoco era para autolesionarse, como en semanas anteriores. Al menos, el tanto sirvió para despertar un poco de la caraja.

El murmullo no se fue, pero, entre la lluvia y el desbarajuste final, solo la mayor calidad del CD Toledo podía traer otro lado en la otra portería. Efectivamente, a la carrera, Angelito condujo con la pelota pegada al pie hasta que tuvo que salvar la salida del cancerbero. La cruzó sin piedad para marcar el cuarto. Todavía pudo Costa marcar otro más. La estrelló en Adri. El encuentro murió con un tiro lejano, con el portero adelantado, que tampoco sirvió para que Naranjo se fuera con un gol en su cuenta.