«El PSOE debe mirar a la izquierda y no a la extrema derecha»

M.G
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El candidato de Unidas Izquierda Unida-Podemos a la Alcaldía de Toledo, Txema Fernández, repasa las principales problemáticas de la ciudad, apuesta por un urbanismo sostenible y por la remunicipalización de servicios públicos

«El PSOE debe mirar a la izquierda y no a la extrema derecha» - Foto: David Pérez

Arranca la segunda semana de campaña electoral. ¿Cómo la está afrontando Unidas Izquierda Unida-Podemos?

Con mucha ilusión. El equipo de la candidatura se está dejando la piel y estamos demostrando coherencia en nuestra posición política. Somos los únicos capaces de decir que hemos hecho lo que decíamos y eso nos fortalece como fuerza política que quiere gobernar el Ayuntamiento. Lo que más me ilusiona de todo es la tranquilidad que supone saber que tenemos un proyecto de ciudad y no una ciudad en proyecto.

El hecho de que esta confluencia al final no abarque a otros partidos de la izquierda, ¿puede lastrar o complicar las elecciones?

No. Se ha contado con toda la izquierda que se ha querido contar. Que no vayas en una lista electoral no quiere decir que desde un punto de vista político no seas coincidente en las posiciones que tengamos. Somos coincidentes y estuvimos hablando, negociando y construyendo la unidad popular. Coincidíamos en el programa y finalmente se rompió más por formas que por fondo, con lo que me preocupa menos. Estamos seguros que de esto aprenderemos todos y vendrán más espacios electorales en los que vayamos juntos. 

Estoy seguro de que no nos lastra a pesar de que por primera vez en Toledo la izquierda presenta dos partidos -Unidas y PSOE- y cinco de derechas -PP, Vox, Ciudadanos, Julio Comendador y Falange-, con lo que es la derecha la que va dividida y no la izquierda.

¿Qué supone el Polígono para la confluencia? Siempre ha sido un feudo electoral y ahora parece que otros partidos, como el PP, también miran más a este barrio.

El Polígono es el barrio más populoso de la ciudad y es fundamental a la hora de decidir la aritmética municipal. Para nosotros es además el motor de un cambio de modelo de desarrollo social y económico fundamental apoyado en el Polígono  Industrial, que inició el camino del residencial. El Polígono nace en torno a varias empresas, pero básicamente por Standard, que nutría de material electrónico a buena parte del país y todavía me pregunto cómo es posible que hayamos perdido esa centralidad de algo tan esencial como los materiales electrónicos. 

Para recuperar el Polígono necesitamos que las inversiones se distribuyan de otra manera, no puede ser que esos 30 millones de euros que han llegado de fondos europeos los destinemos a las mismas manzanas que hemos puesto en el cesto anterior, al turismo. Hemos perdido una oportunidad histórica por no haber utilizado este dinero en industria.

¿Qué necesita Toledo?

Un proyecto de ciudad que garantice ser sostenible, sostenido en lo económico, con unos servicios públicos que garanticen equidad social y eliminen las desigualdades. Necesitamos un municipio igualitario donde se erradiquen todas las violencias hacia las mujeres, y un municipio con futuro. Pero no tenemos política de juventud. No podemos seguir atendiendo a lo urgente, necesitamos proyectos que atiendan a lo importante. 

Llegaste hace cuatro años al Ayuntamiento como oposición con mucha ilusión. ¿Qué balance te llevas de esta legislatura?

Lo que me llevo primero es el premio dulce que me dieron las asociaciones de vecinos en un Día del Vecino por la experiencia de haber trabajado con ellas y por nuestra implicación en la ciudad.

Las ilusiones están renovadas porque queda mucho por hacer. Cuando empezó la legislatura había 42 millones de euros que estaban en manos de empresas privadas gestionando servicios públicos y hoy hay 51 millones de euros. Además, se han incluido 2,5 millones de euros más en contratos menores que están sin fiscalizar y se adjudican a dedo. Tampoco sabíamos que Toledo tenía 3.500 viviendas vacías, ¿Es necesario hacer 21.000 más o es mejor consolidar lo que tenemos en lugar de seguir dispersando? Eso es lo que me ilusiona, encontrar proyectos de ciudad que tienen que desarrollarse y avalan que las propuestas que tenemos no se han ejecutado y es necesario hacerlo.

La recuperación de servicios públicos sigue siendo una de las grandes apuestas de vuestro programa electoral. ¿Será una de las líneas rojas ante posibles pactos de gobierno?

Sin duda. La recuperación de servicios públicos no es un capricho. Los contratos privados precarizan las relaciones entre trabajadores, son más caros para los ciudadanos porque hay que pagar el 7% de beneficio industrial a las empresas y un 21% de IVA que no pagarían los ayuntamientos, los hacen menos eficientes y al final lo paga el ciudadano. Y encima hay muy poco control porque tal y como funciona la privatización en Toledo son las propias concesionarias las que se fiscalizan a sí mismas. 

Algunos servicios municipales son muy sensibles, como el de la Ayuda a Domicilio, que no puede estar gestionado por una empresa constructora como Sacyr, que se dedica a construir, pero no a cuidar a quien nos cuida. Por tanto, la recuperación de servicios es un caballo de batalla esencial y será una línea fronteriza sobre la que tenemos que trabajar. Si no hay voluntad de recuperar servicios públicos es muy difícil hablar de nada más. 

Hablando de contratos. ¿Por qué os gusta tan poco el nuevo contrato de limpieza viaria y recogida de basura que se puso en marcha el pasado 1 de marzo?

Lo que se nos ha traído hasta aquí después de muchos años y ya caducado es lo mismo que se va a ejecutar en los próximos ocho años. Es la misma empresa y no va a cambiar nada. Si cambia contenedores lo hará porque es una obligación, teniendo en cuenta que los métodos de recogida de los camiones también han cambiado y exige otros contenedores. No nos gusta porque no se ha atendido a lo que querían los vecinos del Casco, sólo se atiende a lo que quiere la Guardia Civil con el cuartel en La Peraleda, y la Policía, con otro nuevo cuartel. Ya apostamos en 2017 por un servicio mixto de recogida de basura y no hicieron caso a pesar de las propuestas de las asociaciones vecinales. No han escuchado porque no nos han dejado participar ni se han puesto condiciones a las empresas que optaban a la adjudicación.

Además, con este contrato vamos a peor porque no se garantizan plantillas mínimas para la recogida y limpieza viaria en ningún barrio. Y lo más grave es que estamos dejando todo el contrato al albur de una empresa que ha presentado un proyecto de explotación con el que va a ganar dinero, legítimamente, claro, pero la prestación del servicio es secundario.

El Ayuntamiento tenía la obligación de obligar a la empresa a ordenar los servicios mínimos en cada barrio. También tenía que haber quedado claro si se va a limpiar la Fuente del Moro y la Bastida, como se dice desde el Ayuntamiento, porque ambos espacios formaban parte de las mejoras que presentó alguna de las licitadoras, pero esta empresa no lo presentó, con lo que si se limpian será porque se formalice otro contrato aparte. Puede ocurrir como con el Grupo RAGA, que tiene adjudicado el contrato de los jardines de la ciudad y le acaban de adjudicar otros 250.000 euros para desbrozar las zonas verdes municipales. Si jugamos a esto tenemos que las empresas tiran los precios en los contratos gordos para llevarse también los menos gordos. No es una gestión eficaz.

¿Sigue el urbanismo de Toledo en pañales?

Estamos en el 86 todavía. Y cuando se aprobó el POM de 2007 estaban como concejales Juan José Alcalde, Juan José Pérez del Pino y Milagros Tolón. Votaron que sí a un Plan de Ordenación Municipal idéntico al de 2022, pero a la mitad, porque entonces se hablaba de 200.000 habitantes y ahora de 100.000. Si el proyecto de ciudad pasa por construir más será un error que nos dice que no hemos aprendido nada. 

En 2008 se construía en cualquier hueco que quedaba en las ciudades, pero no se rebajaron los precios, tampoco las hipotecas ni se alquilaba más. Por tanto, construir más no es ninguna garantía del derecho de acceso a la vivienda, pero sí que las administraciones sean agentes motores de la vivienda asequible y lo más protegida posible para que haya universalidad en el acceso. De lo contrario, lo tendrán los que lo han tenido en Santa Bárbara a 196.000 euros por viviendas de una habitación. Así ha pasado, paramos la urbanización de Adif porque no lo va a comprar nadie y en el bloque de enfrente las viviendas de dos habitaciones están a 236.000 euros, algo que no puede pagar el pueblo trabajador.

¿Habrá POM en los próximos cuatro años?

A mí me gustaría, por lo menos, tener el diagnóstico real de la situación urbanística de la ciudad. Con eso me conformaría. 

¿No es poco? A ese ritmo seguiremos sin POM muchos años.

Es que necesitamos un diagnóstico eficaz. No sabemos de dónde venimos, sólo sabemos por informes transversales las viviendas vacías que hay en la ciudad, pero no más. Tenemos 3.500 vacías, un tercio prácticamente de las que quieren construir y no están nombradas. No sabemos si el nuevo equipo de Gobierno se planteará un proyecto para construir viviendas y no un POM para volver al pelotazo urbanístico donde sea, en La Peraleda, el Observatorio, Vía Tarpeya...

¿Qué crees que pasará con los proyectos hotelero, como el de la calle de la Plata, en el Casco, o el de la Cava, que están sembrando reticencias?

Que se construirán. El gran planificador hotelero, que es Puy du Fou,  está pidiendo más plazas hoteleras. Y ya tenemos 32 viviendas de la calle Corchete van a ser turísticas. Tenemos que seguir yendo a las ferias internacionales de turismo, por supuesto, pero también hay que pensar cuándo vamos a ir a una de industria para poder decir que hemos aprendido. Hay que aprender a diversificar el modelo porque si seguimos como hasta ahora, al final los vecinos del Casco terminarán yéndose a vivir a Vía Tarpeya, que para eso van a construir 5.000 viviendas o a parcelas de 300 metros cuadrados en el PAU Montecigarrales, pero este modelo no es bueno para el pueblo. Y el ejemplo está ahí, en Coronel Baeza se van a construir tres viviendas que son inasumibles a pesar de ser bioclimáticas, bioenergéticas y que te curan los constipados...

Siempre sacas a colación lo cara que está la vivienda en Toledo. ¿Qué propuestas tiene Unidas?

Que la administración actúe. Tenemos capacidad, posibilidad y debemos tener los medios. Y tenemos el instrumento, la Empresa Municipal de la Vivienda. Hay una nueva ley que dice que los precios de las viviendas en alquiler o compra no pueden superar el 30% de los ingresos de la unidad familiar, con lo que hay que empezar por ahí. También hay que cambiar el paradigma porque no hace falta comprar vivienda, el que pueda que lo haga, sobre todo, cuando los contratos son precarios, temporales y muchos de ellos incluyen movilidad.

También tenemos la EMV que debería garantizar que los alquileres que se establezcan en Toledo estén sustentados en el mantenimiento del hogar a cambio de que tu casa esté siempre bien, mientras no se ponga a precio de mercado. La administración tiene que actuar en el papel que le corresponde para garantizar un derecho. Además, se tienen que rehabilitar viviendas en el Casco para que vengan miles de personas a vivir.

En eso está el Consorcio con su proyecto de rehabilitación de vivienda para atraer residentes al Casco.

Cinco van a traer al Corral de Don Diego y ya veremos cómo se terminan las viviendas y en qué régimen. Pero había seis en el Callejón de Menores rehabilitadas por el Consorcio que hoy son de uso turístico. Cuando se ha rehabilitado en la calle Comercio algunos edificios ya sabemos que van a ser también apartamentos turísticos... No  sirve para nada si el Consorcio rehabilita pero acaban siendo beneficios para las empresas que explotan esas viviendas. Además, nosotros pensamos que hay que hacer lo mismo que el Consorcio en otros barrios porque hay viviendas y edificios que necesitan una intervención a través de la EMV, sobre todo en San Antón, Santa Bárbara y Palomarejos, a cambio de precios asequibles.

La movilidad de la ciudad también necesita medidas.

Lleva desde noviembre de 2021 metida en un cajón. Hicimos propuestas todos con mucha ilusión y era un proceso participativo medianamente ejemplar, pero nos quedamos ahí. La maquinaria funcionaba bien, teníamos tiempo para debatirlo en los consejos de participación, tan odiados por el equipo de Gobierno, pero al final nada. Quien quiera hablar de movilidad sostenible tiene que creérselo. Para nosotros pasa por el transporte público colectivo, que es lo que hace cohesión territorial en Toledo. Hay que empezar a dibujar medidas de transporte colectivo, teniendo claro que no va de puerta a puerta, pero sí garantiza una movilidad sostenible en los barrios.

Seguimos con problemas de aparcamiento en la ciudad y Unidas encima propone eliminar la ORA en toda la ciudad, salvo en el Casco. ¿No es un poco contradictorio?

La ORA nace para garantizar rotación en las plazas de aparcamiento de la ciudad, pero no es real porque obligas al conductor a probar a ver si se quedan plazas libres y encima no fomenta la movilidad sostenible. Se incentivan los desplazamientos en coche con estas zonas reguladas de aparcamiento. Si bien, en el Casco tienen que mantenerse las zonas reguladas, sobre todo, la verde para residentes.

Además, el Plan de Movilidad incluía una zona roja en Buenavista de mayor movilidad y más cara. Sin embargo, nosotros creemos que para el pequeño comercio y los mercadillos en los barrios se debería garantizar el transporte público, aunque se opta por el vehículo, y que no tengas que pagar más con lo que estás pagando con los impuestos. No puede olvidarse que ya pagamos la calle, el asfaltado, el alumbrado, el acerado, y encima a pagar por aparcar. Nunca hemos entendido la ORA, salvo para el Casco y alguna zona tensionada de la ciudad.

Se habla mucho en campaña de la necesidad de bajar impuestos.

¿A todos por igual? ¿Todos tenemos la misma capacidad económica? Hay que ver también cómo casamos esa rebaja impositiva que la derecha del Ayuntamiento traía cuando esquilmaba las arcas municipales con la necesidad de prestación de servicios públicos. Hay que tener claro que los servicios municipales son sostenibles en la manera que se pueden financiar y para ello proponemos algo tan revolucionario como cumplir la Constitución. El artículo 31 dice: páguese en función de las posibilidades para atender a la gente en función de sus necesidades. 

Tenemos que pagar impuestos, pero no todos por igual. ¿Las grandes cadenas de supermercados pueden tener el lujo de que se les quite, por ejemplo, el impuesto de basura? Para quitárselo a los vecinos que lo necesitan habrá que cobrárselo a alguien. Salvo que queramos el proyecto de la derecha, esquilmar la administración para vendérsela al mejor postor y que todo lo hagan empresas privadas, que es lo que quiere la economía liberal, teorías del siglo XIX que todavía tienen en la cabeza algunos.

De todas las propuestas de Unidas, ¿cuál puede llegar más al ciudadano?

La de destinar el 1% a políticas de igualdad todos los años. Me parece fundamental y es inasumible seguir permitiendo la violencia machista y patriarcal hacia las mujeres. Nosotros lo llevamos en nuestro programa electoral y lo hemos llevado a la práctica, es lo que nos diferencia del resto, que lo que decimos lo hacemos. Será un pilar fundamental.

¿Qué propuesta de las otras formaciones que se presentan a las elecciones te convence más?

Por ejemplo, la ciudad deportiva que presenta Ciudadanos, aunque no la ubica. Y me gusta también su propuesta del plan de subvenciones municipal. Es una buena idea, lo dice la ley y no se ha ejecutado. Las subvenciones se otorgan sin ningún criterio.

¿Y la propuesta más descabellada?

La que vincula el acceso a la vivienda a un préstamo a los jóvenes del 20% de su futura prestación de jubilación, que parte de Ciudadanos. Me parece absolutamente descabellado que precaricemos la vida de los jóvenes, que ya tienen precarizada la vida por el mercado laboral, y dentro de 40 años vuelvan a estar precarizados. Eso tiene un nombre, mochila austriaca, que es llevarte los derechos salariales toda tu vida y es un concepto insolidario.

¿Estás abierto a posibles pactos tras el 28-M? 

Nuestras organizaciones tendrían que hablar. Somos orgánicos y yo no he estado en el Ayuntamiento por Txema Fernández, sino porque pertenezco a una organización. Y siempre van a estar encima de la mesa los servicios públicos. 

En el caso de que el PSOE repita concejales o necesite un pacto. ¿Te gustaría que Unidas fuera la formación preferente?

Lo que me apetece realmente es que el PSOE no adultere la democracia como lo ha hecho en esta legislatura porque su política ha estado apoyada y sustentada por un tránsfuga de Vox. Y me gustaría que el PSOE cuando mire lo haga a la izquierda y no a la extrema derecha. Cuando ocurre esto y no se mira a la izquierta terminas haciendo políticas muy cercanas a la extrema derecha.

Si hacemos una quiniela. ¿Te atreves a mojarte?

Vamos a quedar mejor que en las anteriores elecciones municipales y vamos a crecer en número de votos, que es muy importante, pero se traduce en una forma menos proporcional, porque tenemos una ley muy injusta, en número de representantes en las instituciones. Y vamos a poder ser más influyentes para hacer políticas que mejoren la vida del pueblo.