«Esta Semana Santa ha sido un éxito»

Mario Gómez
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El presidente de la Junta de Cofradías, Juan Carlos Sánchez, hace balance de la Semana Santa y de los planteamientos necesarios para el año próximo

Juan Carlos Sánchez, presidente de la Junta de Cofradías de Toledo. - Foto: Yolanda Lancha

Acaba de concluir la Semana Santa en Toledo y ya hay quien piensa en la de 2024. Nazarenos, Cofradías, y Hermandades miran al futuro tras haber disfrutado de un 2023 en el que ha acompañado el tiempo y todas las Cofradías y Hermandades han podido procesionar.

Toca hacer balance y repasar lo bueno y lo no tan bueno que dejan estos días, de cara a continuar mejorando y dotando de contenido a una fiesta que es de Interés Turístico Internacional, y cuya afluencia de visitantes hace que crezca año tras año. Es por ello que la Junta de Cofradías y Hermandades de Toledo, en palabras de su presidente, Juan Carlos Sánchez, repasa este 2023 antes de aventurarse en programar el 2024.

Acaba de terminar la Semana Santa, y toca hacer balance y repasar lo vivido, ¿cuál es ese análisis?

El balance no puede ser otro que muy positivo. A grandes rasgos todo lo que nos fijamos para hacer en esta Semana Santa, hemos logrado realizarlo, así que a pesar de que tenemos que reunirnos y mirar todos los puntos a mejorar, creo que podemos coincidir en ello.

En principio estoy muy satisfecho con lo que se ha hecho y como se ha ido desarrollando.

Desde su posición como presidente de la Junta de Cofradías y Hermandades de Toledo, ¿qué sería lo que más destacarías?

Sin duda la gente. La gran cantidad de personas que han salido a las calles para ver nuestra Semana Santa, pero no solo desde Toledo y provincia, sino desde todos los puntos de España y del mundo.

La ilusión con la que se ha hecho todo es otro de los aspectos que destacaría, porque eso es lo más importante.

Y a ello ha ayudado mucho unas temperaturas muy favorables para visitar Toledo y ver los diferentes actos programados.

Sin duda. Ha hecho un tiempo ideal. Ha habido sol, muy buenas temperaturas, y han podido salir todas las procesiones. Era algo que hacía años que no se daba, ya que llevábamos unos años que siempre había alguna que se quedaba en el tintero.

También es la primera Semana Santa que, desde 2019, la Covid no ha condicionado las procesiones.

Yo creo que es una de las cosas más importantes. Ya lo dijo el consiliario al inicio de la Semana Santa, que quizá una de las novedades más bonitas era que íbamos a tener una Semana Santa sin mascarillas, ni rastros de pandemia, y eso es muy importante.

Gracias a ello, se ha visto reflejado en las calles, donde se han congregado muchas más personas; a la hora de procesionar, donde las Cofradías y Hermandades no ven ningún impedimento ni restricción a la hora de realizar sus cortejos; por lo que creo que gozar de una Semana Santa en un régimen de total normalidad, es importantísimo, y algo muy a tener en cuenta.

Todo ello con una Semana Santa declarada de Interés Turístico Internacional y que cada día tiene sus particularidades y rasgos característicos.

Pues empezamos el Viernes de Dolores, con la Virgen de la Soledad, donde la procesión fue ágil y se cumplieron los tiempos previstos, lo que supuso la primera piedra de toque, el arranque, y siempre es positivo hacerlo así. Ya habíamos tenido el pregón la semana antes, pero al ser la primera procesión, era el volver a las calles.

El sábado llegó el turno del Nazareno del Arrabal, una procesión muy bien organizada, donde la gente está respondiendo, donde el cambio de recorrido y de horario están favoreciendo a que año tras año vaya ganando también su protagonismo.

El domingo ya se notaba la gran afluencia de personas en Toledo, y durante la procesión de La Borriquita se vio esa cantidad de gente ante de nuevo una gran organización, cumpliendo todo lo establecido.

Ya el lunes fue el turno del Cautivo y del Cristo de la Esperanza. Creo que el Cautivo se llenó de gente, y fue espectacular; incluso también con el Cristo de la Esperanza, que este año tenía mucha gente y muy implicada en el rezo del Vía Crucis, así que fenomenal.

Por desgracia el martes solamente pude ver la mía (risas), la del Cristo del Amor. Me han contado que el resto también fueron fenomenal, pero no pude disfrutarlas. De la del Cristo del Amor, lo que te puedo decir es que hemos recibido felicitaciones por su desarrollo. Me destacan el silencio, la oración y el interés que despertó , así que con ello me quedo.

Precisamente algo que quiero enfatizar es que las procesiones respetaron mucho ese silencio, y eso se traslada a la gente que lo está viendo. Independientemente de la idiosincrasia de la procesión, porque por ejemplo, entrando en el miércoles, nos encontramos la del Cristo de la Humildad, que es muy vistosa que congrega a mucha gente, incluso podríamos definirlo como baño de masas, y que con su saber estar, llegan mucho a la gente.

Además el miércoles procesiona el Cristo Redentor, al que no acompaña nadie que no sea de la cofradía, con lo cual no participé de la procesión, ya que estaba en la de la Humildad, pero lo que nos llega es que, igual que siempre, fue fiel a su forma de procesionar, muy seria y sobria, y todo salió muy bien.

El jueves cuenta con la espectacularidad de la procesión de la Virgen del Amparo, con los cinco pasos que sacan, que quedó de maravilla, todo muy bien organizado, y a la que siguió la del Cristo de la Vega, en la que no pude asistir, pero que estuvo muy bien según me han contado. El Cristo de la Expiración, ya de madrugada, fue un exponente también del silencio y recogimiento, ganando también en afluencia de público.

Viernes Santo tuvimos la procesión del Santo Entierro, que cumplió el objetivo del tiempo, para que no se dilatara como pasó el año anterior y se llegó dentro del límite establecido. Hubo algún pequeño incidente, como un pequeño corte durante el cortejo, pero al tratarse de una procesión de tan alto número de pasos, la organización en ocasiones es compleja, por lo que hay que puntualizarlo para el año que viene, por lo que no tiene mayor importancia, ya que fue ajeno a las cofradías.

Ya en el Domingo de Resurrección tuvimos el encuentro entre el Resucitado y la Virgen de la Alegría, que tuvo una gran temperatura, estuvo bastante bien, y que ponía el broche a una importante programación que no solo se nutre de procesiones, sino del pregón, la presentación de la Semana Santa, la semana de música sacra, las conferencias... por lo que queda un balance espectacular.

A pesar de este balance, la nota negativa es que la Virgen de la Caridad no ha procesionado este año.

Los que me conocen saben que soy positivo por naturaleza. Este hecho que nos entristece, nos sirve como punto de partida para dar una vuelta de tuerca a este tipo de problemática.

En su día hablamos con el presidente, y le ofrecimos alternativas para sacar el paso, pero el tema va más allá, porque no es el hecho de salir en procesión, sino la necesidad de ensayar y prepararse de cara a este momento. Ellos hicieron su valoración exacta de por qué no se saca, lo tienen claro y nosotros lo respetamos.

Ahora toca ver qué se puede hacer de cara al futuro, porque ya te digo, no es solamente que salga la Virgen, sino que lo haga con seguridad y para ello se necesita planificación. Hay ideas para intentar facilitar que salga en próximos años, pero sin correr ningún riesgo.

Mencionaba también el pregón de este 2023, que corrió a cargo de Juan Manuel Cotelo, y que resultó todo un deleite por su forma de comunicar.

Creo que yo poco nuevo voy a contar de Juan Manuel, cuando todo el mundo lo conoce de las redes sociales y la labor que hace. El pregón en sí fue maravilloso, así como su cercanía, facilidad de palabra y sinceridad a la hora de expresarse. 

Más aún en el ratito que pude conversar con él anteriormente fuera del ámbito del pregón, en el que la sencillez de sus palabras, refleja su forma de ser y la humildad de su persona. Una persona tremenda, que comunica muy bien y que transmite perfectamente los valores cristianos, y que fue un magnífico preámbulo de lo que ha sido esta Semana Santa.

Todo ello con la participación de la orquesta de la Escuela de música Padre Antonio Soler, y la Escolanía de El Escorial, que pusieron la guinda a este acto tan bonito que es el pregón.

Tras este año 2023, que definen como éxito, donde ha acompañado desde lo climatológico, a la afluencia de personas, pasando por el correcto discurrir de los cortejos, ¿qué planteamientos tienen para el próximo año?

Ahora toca reunirnos, tenemos que hacer balance dentro de la Junta, así como con el conjunto de las Cofradías y Hermandades, para que todos expongan sus puntos de vista, ideas y opiniones.

Hay que tener en cuenta que, muchas veces lo que yo pueda apreciar como presidente, no es lo mismo que perciben los miembros de la Junta o los responsables de las Cofradías. Hay que hacer balance, ver qué se ha hecho bien, qué no, y los aspectos a mejorar o modificar.

Por ejemplo entendemos que la APP se puede mejorar bastante, y vamos a darle una vuelta, queremos potenciar el ciclo de conferencias, hemos descubierto que la línea del pregón de este año es muy acertada, por lo que pretendemos continuarla, así como el ciclo de música sacra, las actividades con invidentes, o el Sermón de las 7 palabras, cuya organización la ha asumido el Seminario y ha sido un rotundo éxito, y creo que hay que potenciarlo. Siempre hay que revisar lo realizado, abiertos a la innovación e incorporar actividades que creamos que puedan ser positivas.