La Policía Local de Toledo tendrá pronto nuevo hogar. O, al menos, tiene el compromiso de ello. Aunque habrá que ver cómo de largo es el camino entre el trecho y el hecho. El caso es que el Gobierno municipal se ha comprometido con los representantes sindicales del cuerpo a trabajar para que el inmueble abandonado de la calle Dinamarca -conocido como la Casa de la Juventud- se convierta próximamente en la sede de las dependencias de la Policía Local toledana.

Este giro de los acontecimientos se incluye dentro del nuevo acuerdo que el Sindicato de Policía Local está a punto de firmar con el Ayuntamiento de Toledo para obtener una subida salarial y una mejora de sus condiciones laborales. 

Aunque el proyecto de obras de las futuras dependencias puede considerarse un proyecto totalmente ajeno, se incluirá dentro de la firma de este documento para garantizar el compromiso del Consistorio.

Según fuentes policiales, esta nueva opción que se abre para el cuartel se corresponde con una petición del propio sindicato policial, porque consideran la Casa de la Juventud como un espacio «moderno, funcional y más cómodo para los agentes». Comparado con el cuartel en el que trabajan a diario, creen que el inmueble de la calle Dinamarca podrá albergar instalaciones impensables para el actual, como por ejemplo un gimnasio de uso exclusivo para los agentes o una galería de tiro, entre otras nuevas áreas. Estas funcionalidades no son meros ejemplos, sino que son algunas de las peticiones que el Sindicato de Policías Locales ha sugerido al Consistorio para que las tengan en cuenta en el futuro proyecto.

Pese a que esas más que posibles dependencias en la Casa de la Juventud están inmersas dentro de un período electoral, lo que implica que podría cambiar el Ejecutivo local en los próximos meses, los policías han obtenido el compromiso municipal de que se comenzarían los trabajos a finales de este año, porque «la estructura ya está hecha», recalcan desde el sindicato en referencia al inmueble citado. En el caso de que este compromiso se convierta en una promesa electoral incumplida, los representantes policiales le restan importancia porque destacan que «seguiremos estando aquí para recordárselo».

Desde el Gobierno local también confirman la existencia de este acuerdo. Recuerdan que ya tenían pactada una renovación del actual cuartel, pero que ha sido la propia Policía Local quién ha sugerido apostar por la Casa de la Juventud, lo cual no supone un problema para el Consistorio porque hacen referencia a las palabras de la alcaldesa en las que ha repetido en varias ocasiones que el futuro cuartel estará donde quieran los policías.

Lo que sí es un hecho es que hace tan solo un mes, la Junta de Gobierno inició los trámites para la redacción de un proyecto de adecuación de las actuales dependencias, con un presupuesto base superior a los 61.000 euros. Habrá que ver si este nuevo compromiso paralizará entonces estas obras o si, por el contrario, ambas son compatibles.

La Casa de la Juventud es una superfice de aproximadamente 1.600 metros cuadrados, cuyo proceso de construcción se inició en el año 2010 y que, tras diversos episodios e intentos de retomarlo, se ha convertido en un paraje abandonado de la ciudad. 

De concretarse el compromiso citado en este artículo, la Casa de la Juventud solventaría la problemática de la renovación de la sede policial y, a su vez, resolvería la de un inmueble que muchos toledanos ya habían dado por perdido.