El 82% de los muertos por suicidio en Toledo son hombres

Á. de la Paz
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Unos 1.300 varones se han quitado la vida en la provincia desde 1980, siendo comparativamente más en cada registro anual; en el mismo periodo, las mujeres desaparecidas por lesiones autoinfligidas rozan las 300 víctimas

El 82% de los muertos por suicidio en Toledo son hombres

El suicidio se ceba con los hombres en la provincia. Aproximadamente, cuatro de cada cinco víctimas mortales en Toledo por esta causa desde 1980 son varones (82%). De las 1.613 muertes que se han determinado por autolesión en los últimos 42 años en Toledo, los hombres contabilizan un total de 1.324 decesos mientras que las mujeres acumulan 289 pérdidas. La diferencia por sexo evidencia un claro perjuicio y confirma un mismo patrón para el conjunto de las sociedades occidentales: ellas acumulan más intentos autolíticos, ellos consuman el acto más veces.

Según el volumen de suicidios constatados, la tendencia a quitarse la vida de manera deliberada es ascendente en ambos sexos. Los años con más mortalidad para los hombres fueron 2014, 2017 y 2021, con 53, 49 y 48 óbitos; en el caso de las mujeres, los años 2017 y 2019, ambos con doce víctimas mortales, suponen los de peor registro.

La cifra anual de hombres fenecidos por sus propios actos en la provincia de Toledo ha superado la treintena en todos los años desde 2005 (con la excepción de 2016, con 25 difuntos). Sin embargo, desde el año de inicio del recuento hasta el final del siglo XX se registraron 30 o más fallecimientos de varones toledanos en seis de los 21 años que comprende el periodo observado (1989, 1991, 1993, 1995, 1997 y 2000).

La proporción mayoritariamente masculina de fallecidos se ha mantenido en todos los años desde que se tienen registros. La brecha por género, además, parece estar aumentando: desde el 2000, solo en cuatro años (2002, 2004, 2016, 2018) el peso de la mortalidad de los hombres respecto al total de fallecidos en la provincia ha estado por debajo del 75% -lo que equivaldría a que de cada cuatro vidas pérdidas tres corresponderían a hombres y la otra sería de una mujer.

Este desnivel se reproduce en el conjunto de Castilla-La Mancha y, en menor medida, en el resto de España. En 2021, la región contabilizó 169 suicidios, repartidos entre 137 difuntos varones (el 81% del total) y 32 mujeres desaparecidos. En el ámbito nacional, fueron 4.003 los decesos por esta causa: el triste récord supuso el final de la existencia de 2.982 hombres (el 74% de las víctimas) y 1.021 mujeres.

Aunque los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) no ofrecen el desglose de mortalidad suicida por edades en las diferentes provincias, sí existen estas categorías en el nivel autonómico. Así, entre los 169 finados en la región en 2021 no hubo ninguno menor de 30 años, pero se contabilizaron hasta 27 caídos en la etapa de la primera adultez (entre los 30 y los 44 años).

CAUSAS. Los expertos suelen apuntan a la concatenación de diferentes factores como la razón de tan abultada diferencia entre sexos. Por una parte, el suicidio ha tendido a ocultarse en la esfera informativa, lo que lo ha convertido en un tabú resistente; por otra parte, se ha señalado al pobre diagnóstico de depresión entre los hombres y a la pérdida de redes de socialización en determinados estratos masculinos como causas desencadenantes. El estigma ante las tendencias autolíticas, frente a las que los hombres tienden a ser aún más opacos, es otro factor propiciatorio: de algún modo, el ocultamiento de sus intenciones a terceros termina facilitando el fatal desenlace.