El programa de Empleo de Cáritas atiende a 864 personas

Redacción
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Cáritas Diocesana de Toledo dedicó el año pasado más de 1 millón de euros a todas sus iniciativas de Empleo y Economía Social en el que se atiende a personas vulnerables y a personas con especiales dificultades para incorporarse al mundo del trabajo

Taller de planchado del Curso de camarera de piso de Cáritas.

En medio de un año plagado de dificultades, en el que la inflación y las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania comenzaron a debilitar el crecimiento del empleo, Cáritas Diocesana de Toledo consiguió acompañar en 2022 a 864 personas, de las cuales muchas de ellas lograron acceder a un puesto de trabajo.

Acciones que se encaminan a conseguir la autonomía personal, a través de la orientación para el empleo, diferentes acciones formativas (certificados de profesionalidad, talleres de empleo y prelaborales), intermediación laboral, y la empresa de inserción, Inserta Toledo. En todo este recorrido se lleva a cabo un acompañamiento cercano y digno en el que la persona es la protagonista y centro de su itinerario.

Las empresas de inserción son una herramienta clave en estos procesos con los más vulnerables, por este motivo Cáritas apuesta por esta fórmula y potencia el trabajo con las personas, como Inserta Toledo, de Cáritas Diocesana de Toledo, permitiendo en 2022 dar una oportunidad laboral a 20 personas.

Alumnos del curso de Agricultura Ecológica de Cáritas Toledo.Alumnos del curso de Agricultura Ecológica de Cáritas Toledo.El perfil de las personas que se han acompañado desde Cáritas en este programa de Empleo y Economía Social, han sido personas vulnerables, con las que se viene trabajando desde hace tiempo, pero también personas con especiales dificultades para incorporarse al mundo del trabajo.

Cáritas Diocesana de Toledo dedicó el año pasado más de 1 millón de euros a todas sus iniciativas de Empleo y Economía Social, gracias a los fondos europeos (Fondo Social Europeo con la Inclusión Social y la Economía Social (POISES), Gobierno de Castilla-La Mancha y el IRPF estatal y autonómico).

«Cuando hablamos de los recursos invertidos, somos conscientes de que no hablamos de gastos, sino de inversión pues cada recurso invertido supone un retorno en el medio-largo plazo desde el punto de vista social y también económico porque la persona no solo gana en autoestima, reconocimiento de su dignidad y acceso a sus derechos, sino que deja de percibir prestaciones, pasa a pagar impuestos y genera crecimiento económico por la vía del consumo», explica Cáritas.

informe FOESSA. Según el último Informe sobre exclusión y desarrollo social en Castilla-La Mancha (FOESSA) 2021, la consecuencia más visible que nos ha dejado la crisis de la Covid-19 se ha concentrado en la actividad económica y en el empleo, alcanzando a un mercado de trabajo que ha sufrido importantes tensiones que se han traducido en destrucción de empleo, en ERTE y en la paralización de dinámicas laborales.

En este contexto se ha producido un empeoramiento de las condiciones de trabajo que genera más trabajadores pobres y menos realizados personal y socialmente.

«Tenemos un mercado de trabajo cada vez más inestable e inseguro en el que se intensifica la precariedad, en el que aumenta las probabilidades de experimentar el desempleo y que expande la incertidumbre e inseguridad, incluso en los periodos de crecimiento económico», aseguran desde Cáritas.

En Castilla-La Mancha la precariedad ha crecido con fuerza y alcanza a más de 71.000 hogares (9%) que dependen económicamente de una persona que sufre inestabilidad laboral grave. Una inestabilidad laboral grave que genera pobreza económica pero también frustración, laboral y personal, pues impide desarrollar proyectos vitales estables y que tiene efectos a nivel psicológico y emocional.

Otra tendencia que constata Cáritas es que se han hecho más altas las barreras para acceder al trabajo a una parte de las personas desempleadas, lo que genera una peligrosa tendencia a la cronificación de la situación de desempleo.

Frente a este deterioro del mercado laboral, y con motivo de la celebración 1º de Mayo, del Día Internacional del Trabajo, Día de San José Obrero, Cáritas Diocesana de Toledo quiere poner el foco en el empobrecimiento que muchos trabajadores tienen por las condiciones laborales indignas que sufren, y anima al compromiso por la defensa del trabajo decente por parte de todos, sociedad civil, administración pública y medios de comunicación, a poner nuestro esfuerzo e ilusión para que el empleo decente sea una realidad para todas las personas.