Las depuradoras locales produjeron 9.000 toneladas en 2022

Galán
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El Ayuntamiento de Toledo saca a licitación los trabajos de retirada de lodos de las estaciones depuradoras por 126.000 euros por un contrato de nueve meses. La del Polígono produce el 60% de las aguas residuales de la ciudad

Instalaciones de la depuradora de Estiviel, que da servicio a Toledo capital. - Foto: Yolanda Lancha

La ciudad de Toledo cuenta actualmente con tres Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales, más conocidas como depuradoras. Son las de Estiviel, el Polígono de Santa María de Benquerencia y la de San Bernardo o Montesión. Tres centros de depuración de aguas residuales para la ciudad que, en el último año completo -2022-, produjeron alrededor de 9.000 toneladas de lodo.

Una cifra que se ha conocido públicamente gracias a los detalles ofrecidos en el pliego de condiciones de la licitación para la ejecución de los trabajos de retirada, transporte y gestión de los lodos generados en las depuradoras locales. Unos trabajos que buscan adjudicatario para prestar un servicio durante nueve meses con un valor estimado del contrato de 126.500 euros con impuestos incluidos. O lo que debería ser lo mismo, según el pliego de condiciones, a 11,5 euros la tonelada de residuos, sin IVA.

Para las empresas interesadas en hacerse con el servicio, el pliego ofrece una estimación de que los lodos a recoger y transportar en la ciudad, según los análisis de los ejercicios anteriores, sería de 7.200 toneladas al año, aunque recalca que se trata de una aportación puramente orientativa. Una cifra llamativamente inferior a las 9.000 toneladas del curso pasado, de las cuales el 60 por ciento se depositaron sobre la estación depuradora del Polígono, el 40 por ciento en la de Estiviel y apenas el 1 por ciento en la de San Bernardo.

Las obligaciones a realizar con este servicio son la carga de los residuos en estas estaciones mencionadas, su transporte y descarga hasta un nuevo destino y las operaciones de valorización agronómica de los lodos en las instalaciones de tratamiento o en las parcelas de aplicación seleccionadas para su reutilización. 

En este último sentido, hay que destacar las condiciones señaladas para el destino de los lodos transportados, ya que la disposición final que se contempla para los mismos es su uso agrícola, de modo que deben someterse «a una secuencia de tratamiento de espesamiento, digestión anaerobia y deshidratación mecánica con ayuda de tratamiento físico-químico de floculación antes de su almacenamiento». En el caso de que los lodos tratados no reúnan las condiciones para su uso agrícola, deberá ser el adjudicatario el que decida el destino temporal o final de los residuos, aunque mediante acuerdo previo con el Ayuntamiento de Toledo si éstos se tratan como «peligrosos».

Previamente a la disposición final, en el capítulo de la carga de los lodos en las depuradoras, el pliego establece que serán los responsables de estas estaciones los que darán la orden de retirada de los lodos, estableciendo el ritmo y la frecuencia que consideren para que no se ocasionen problemas ni malos olores.