Tras una intensa noche, que en algunos casos se prolongó hasta primeras horas de la mañana, no han sido pocos los toledanos que han querido continuar celebrando en familia y con amigos la romería más popular de la ciudad.

Andando, en bicicleta, en autobús urbano, o en motocicleta, cualquier medio de locomoción era válido para arribar al mirador del Valle y desde allí acudir a la ermita a visitar la imagen de la Virgen, tirar de la campana, en un ejercicio de paciencia ante la interminable fila, o simplemente contemplar las maravillosas vistas de la ciudad.

Con la normalidad post-pandémica completamente instalada, miles de toledanos se acercaron a este icónico mirador, desde el que contemplar la ciudad y pasar un rato agradable. Ni siquiera las altas temperaturas, y el calor sofocante impidieron la afluencia masiva, hecho por el cual, muchos aprovecharon para refrescarse en los diferentes chiringuitos instalados por diferentes entidades o partidos políticos en vísperas de comicios.

Jornada la de este lunes, en la que lejos de confrontaciones ideológicas, la idea era clara "disfrutar, beber y pasarlo bien", como afirmaban algunos de los que se acercaban hasta las barras instaladas bajo las carpas de las diferentes formaciones, y que dejaba imágenes tan atípicas, entre los ríos de gente que subían y bajaban, como ver sombreros del PSOE en personas que se abanicaban con abanicos de Vox, o portadores de gorras de primero Toledo que mitigaban la calor con abanicos de Ciudadanos, o quienes degustaron las exquisitas migas del PP mientras se abanicaban con abanicos con la cara de Carlos Velázquez. Coaliciones, en algunos casos, solamente posibles en una fecha como hoy. Es la romería del Valle, hace calor pero en el horizonte se vislumbran las elecciones.