La noche de ayer domingo dejaba una estampa insólita en el cielo toledano. Una antelia, halo o aro iris, era perceptible a simple vista de los toledanos, que cuanto menos contaminación lumínica tenían, con mayor definición pudieron percibir el fenómeno. Se trata de un hecho que usualmente se ve en lugares fríos como Antártida, Alaska, Groenlandia, norte de Escandinavia, zonas boreales de Rusia, Canadá y Reino Unido, aunque también ha sido visible en países con clima tropical como Paraguay, Venezuela, Colombia, Ecuador, Costa Rica y... el domingo en Toledo. A pesar de que muchos no se percatasen en la noche del pasado domingo, de acuerdo con el portal Astrocantabria, este evento se produce por las pequeñas partículas de hielo que están suspendidas en las nubes, donde refractan la luz y genera un espectro de colores alrededor de la Luna. Además, la forma del halo depende de la forma particular y la posición de los cristales en las nubes. Los halos, también llamados antelia o aro iris, pueden aparecer no sólo en la Luna, si no también se presenta en el Sol y para este fenómeno el nombre con el que se conoce es Parhelio.