Empresarios entre la desesperación y la impaciencia

J. Monroy
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La DANA afectó a grandes empresas en el polígono en Río Jarama y algunas más pequeñas en Río Mundo, que luchan por recuperar la normalidad cuanto antes y piden ayuda

Empresarios entre la desesperación y la impaciencia - Foto: David Pérez

La voz de Javier González, empresario musical, propietario entre otros de Producciones Múltiple, suena en la equidistancia de quien acaba de recibir un duro golpe y de quien, abrumado, trata de no perder un segundo en la búsqueda de soluciones. El golpe ha sido tan duro como que la DANAde este domingo se cebó de lleno con dos de sus naves en el polígono industrial de Toledo, la de los locales de música en la calle Río Mundo, donde aún ayer, cuatro días después había barro hasta la rodilla, y que ha tenido que cerrar; y sobre todo a su nuevo espacio en Río Jarama, al lado de Unauto, donde el barro sigue estando hasta la cintura. Se trata de unas nuevas instalaciones, que compró en pandemia, en la que González acababa de invertir dos millones de euros en material de producción que ahora está inservible.

Al parecer, el río de agua y barro que arrasó Unauto entró por una de las puertas de la nave de González en Jarama y salió por la otra. El resultado es que ha perdido una inversión de dos millones de euros. Hay material «que está apareciendo en el río, en Azucaica». La DANA ha destrozado por completo esta empresa. Removió todo el material eléctrico «y ha subido unas encima de otras, a dos metros, cajas de doscientos y trescientos kilos». El material es irrecuperable, según los servicios técnicos a los que lo ha remitido, pantallas LEED, equipos de sonido e iluminación, totalmente llenos de barro, que se están apilando para que las revise el perito.

A la espera de que por sus instalaciones se pase de una vez alguien del Consorcio de Seguro de Compensación, de momento no hay ni fecha, González ha comenzado a moverse. Mientras «lucha contra el fango» trata de sacar el trabajo que tenía para estas semanas subcontratando empresas «con lo que ya no solo no gano dinero, sino que lo pierdo». Ha tenido que firmar un crédito de medio millón de euros para comenzar afrontar toda la situación, alquilar otra nave y comprar de nuevo más material.

Empresarios entre la desesperación y la impacienciaEmpresarios entre la desesperación y la impacienciaEn Río Mundo, González ha sacado a sus usuarios, una veintena de grupos musicales, y ha clausurado la nave «porque está inoperativa totalmente». Algunos los ha podido reubicar en otra nave del Complejo Margarita, en la que ha entrado menos agua. Mientras tanto, los grupos, que en su mayoría también han perdido mucho dinero en material musical, le tendrán que pedir a él la compensación, dado que el seguro está a su nombre, «ellos me reclamarán a mí, yo les tendré que pagar a ello y yo cobraré o no, cuando cobre».

El de Producciones Múltiples es un caso llamativo entre las muchas empresas del polígono industrial afectadas por la DANAporque le ha afectado a varios locales, pero desde luego no el único. El agua ha dañado a grandes empresas situadas en Jarama, como el conocido caso de Unauto, Grupo Prilux, Industrias Duero o Extrusiones de Toledo, pero también a multitud de otras más pequeñas en Río Mundo, como Idassa, el restaurante Las Brasas o Mobiliarios Pina.

En este último, su gerente, Noelia Pina, y la plantilla ya han entrado en el local y siguen sacando barro y tirando a la basura material dañado y existencias. Por fin tienen luz. Pina explica el porqué de la inundación de su local, que no ocurrió hace dos años. Al parecer, se ha tapiado el final de la calle por parte de las empresas que están allí, lo que ha dejado sin salida al agua «y aquí se ha formado una balsa». El agua llegó a tener un metro de altura dentro de la nave, porque no tenía salida.

Empresarios entre la desesperación y la impacienciaEmpresarios entre la desesperación y la impacienciaPor Pina sí se ha pasado el perito del Consorcio de Seguros pero parece que cobrar por todo lo estropeado no va a ser tan fácil. La empresa ahora está elaborando para remitírselo un inventario que recoge todo lo que había en la nave dañada, todo lo que se ha echado a perder, de lo que se podrá pasar algo y lo que estaba afortunadamente en alto, y ver qué ayuda puede llegar. El perito ha pedido mucha documentación y facturas para hacer un cálculo real de las pérdidas. Afortunadamente esta empresa tiene la oficina en un primer piso y están a salvo los archivos de los años 2022 y 2023. Otra cosa son las facturas anteriores, que estaban abajo y se han visto afectadas. Ahora la empresa deberá aportar su contabilidad y su IVA, pero no puede aportar todas las facturas.

La DANA también se ha llevado por delante los vehículos de la empresa, lo que complica, todavía más, su vuelta a la actividad. De momento Pina ha alquilado un furgón y una nave para poder seguir trabajando «porque las fábricas nos tienen que traer pedidos, pero aquí no pueden dejar nada, está todo lleno de barro». La esperanza es poder comenzar a repartir de alguna forma la próxima semana.

A partir de ahí, y como Pina va a continuar en el mismo local, tiene la intención de pedir a la comunidad que se quite los muros que cierran la calle para que el agua pueda salir, «porque, si no, se volverá a formar aquí otra balsa».

Empresarios entre la desesperación y la impacienciaEmpresarios entre la desesperación y la impacienciaMuy cerca de esta tienda de muebles, hace seis años que se estableció el Restaurante Las Brasas, también muy afectado por la DANA. «Nos ha destrozado todo igual que a todos los demás, porque estamos todos en la misma situación de pérdidas, cada uno a su nivel», apunta Jorge Sánchez, responsable del local. Él también está convencido de que el muro del final de la calle ha provocado que entre mucho más agua del que habría llevado la DANA al restaurante en condiciones normales. Así que pide que lo primero se tire el muro y después se limpie el alcantarillado y «que llegue más ayuda, aunque esto sea una zona privada, que pagamos impuestos, como todo el mundo».

Un agua que ha roto suelos y dejado las puertas hinchadas. Todas las paredes están machadas. Se volcaron los congeladores y la carne estaba dando vueltas por los suelos. «Lo vemos en la tele y al final llega a todos sitios», se lamenta el propietario.

El local está ya prácticamente limpio en cuanto barrio, «pero seguimos sacando máquinas estropeadas y seguimos sacando mesas», apunta Sánchez. Ante esta situación, y a la espera todavía del perito del Consorcio de Seguros, que ni le ha llamado, no se plantea cuándo podrá volver a abrir, porque «limpiando puedo abrir, pero sería mejor hacer ya de una, no puedes abrir un local y que la gente vaya al baño y que no tenga una puerta para cerrar».

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Pero antes de todo eso, Sánchez espera una ayuda, que las administraciones ayuden en la limpieza y lleven contenedores y más camiones de limpieza.