«Históricamente España no consume nunca las ayudas de la UE»

L.G.E.
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«Nos van a poner a caldo con los Next Generation», avisa el expresidente de la Asociación de Empresa Familiar, «venir están viniendo, ¿pero a dónde están llegando? Esa es la pregunta del millón»

«Dicen que la presión fiscal de España es inferior a la UE», comenta De Mesa, «pero el 20% de la economía es sumergida. El que paga, paga más» - Foto: Javier Pozo

Durante los últimos cuatro años, Juan Ignacio Díaz de Mesa ha presidido la Asociación de Empresa Familiar de Castilla-La Mancha. Han sido años de pandemia, temporales de nieve, guerra en Europa y problemas de suministros. «Han sido situaciones excepcionales y con un marco de referencia en el que toda la situación, por mal que estuviera, te dabas cuenta de que podía empeorar», confiesa a La Tribuna. Recuerda que en su obrador, cuando llegó el confinamiento, llevaron los guantes que tenían a centros sanitarios y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. También llevaron todo el producto que ya tenían elaborado a esos centros que iban a tener que afrontar un servicio prolongado. «Y luego está el orgullo de ver que España funcionó, que no se cortó la energía, ni el teléfono, ni los transportes, ni el suministro a los supermercados», destaca. 

Con la pandemia hubo mucho miedo a perder tejido empresarial, a que algunas empresas acabaran cerrando y luego no volvieran a abrir cuando llegara la recuperación ¿Al final qué ha pasado?

Han cerrado muchas empresas y autónomos. La dimensión de las empresas en España es inferior a la media de la UE. Estamos hablando de pequeña, mediana empresa y micropymes. Por lo tanto, por mucho que haya sido el esfuerzo patrimonial que haya hecho el empresario para mantener la actividad, pero es que han sido dos años. El juego de rol en el que estábamos todos era de una hoja Excel complicada, viendo cuánto era el flujo de caja para poder hacer frente a los gastos corrientes.  

De Mesa fue el primer alcalde democrático que tuvo Toledo.De Mesa fue el primer alcalde democrático que tuvo Toledo. - Foto: Javier PozoQue tuviéramos una figura como los ERTE fue el milagro que ha permitido el mantenimiento de muchos puestos de trabajo y de muchas empresas. Con todo, ha habido muchas empresa que no han podido hacer frente a los gastos corrientes, que estaban con locales en alquiler y no se les ha podido de eximir el pago durante la pandemia, de impuestos y tributos cuando no había servicios... ¿para qué vamos a pagar la tasa de basuras si no la generas? ¿O el vado permanente cuando no estás moviendo el vehículo para poder entrar y salir de tu empresa? Tanto que se ha recurrido a los decretos leyes, digo yo que un poquito de decreto ley a favor del contribuyente no hubiera estado mal.  Siempre resulta que terminan pagando los mismos.  

Ha habido fallos que han perjudicado mucho la recuperación, que hubiera podido ser al mismo ritmo que el resto de Europa. Estamos con retraso respecto al resto, pero ya estamos en los mismos datos de PIB que teníamos antes de la pandemia.

¿Cuáles son esos fallos? 

Fallos ha habido muchos, sobre todo porque los escenarios se cambiaban sin tener certeza jurídica de hacia dónde iban a ir. Un empresario no planifica las cosas para mañana ni para este año, normalmente lo hace a medio–largo plazo. Cuando te están cambiando las reglas de juego por una norma que se publica en el BOE a las nueve de la mañana y tienes que adaptarte a esa norma, no tienes tiempo de respuesta. Ha habido muchas cosas de sentido común, ya no digo la ideología, que cada uno tenga la que quiera, pero no puedes poner en marcha un decreto ley si no da tiempo material. 

¿Qué ocurre con esas ayudas que tenían que llegar a las empresas?

Históricamente, y no echo la culpa ni a uno ni a otros, España no consume nunca las ayudas de la UE. Nunca. Por falta de conocimiento, por exceso de burocracia, por problemas en la tramitación, la justificación...

Yo diría que tenemos la imagen contraria, que en España somos buenos gestionando las ayudas de la UE...

Ni de broma. Ahora mismo nos van a poner a caldo con los fondos Next Generation porque nadie sabe dónde están. Entre la información que tenemos a través de los miembros de la Asociación y las empresas con las que tenemos relación, es difícil que alguien nos pueda decir que ha presentado un proyecto concreto, que se lo han aprobado, lo tiene en marcha y está pendiente de qué manera empezar los pagos. A lo mejor sí están en marcha los de las ayudas a la informática, de menos de 10.000 euros para las pymes, pero es porque está en manos de operadores, de empresas que son los que te hacen el marketing, te venden el producto, te lo instalan y te gestionan la subvención. Pero históricamente los Focal, los Feder, nunca se han cubierto al 100%. Jamás. Lo normal es un 40, 50 o 60% como mucho. Los fondos Next Generation venir están viniendo. ¿Adónde están llegando?  Es la pregunta del millón.  

Los fondos que gestionan directamente el sector público sí que se notan, por ejemplo, para las pizarras interactivas en los colegios...

¿Qué son los fondos Next Generation? ¿Cuál es el objetivo? Un cambio que lleve a la digitalización y a la industrialización de Europa, que genere nichos donde podamos aportar I+D. ¿Qué se pueden destinar a otras cosas? No viene mal, no pasa nada. Arreglar una calle es necesaria, ¿pero para eso son los fondos Next Generation?

Page estrena tercer mandato ¿Qué espera de esta nueva legislatura para las empresas familiares de la región?

Hay cosas en las que se ha venido mejorando mucho. Hay cosas que se tramitan mucho mejor. Lo que se provisionó por parte de la Junta para poder apoyar empresas que hubieran tenido situaciones de pérdidas o de liquidez por la pandemia se hizo en muy buenas condiciones, lo cual demostró lo que se consigue cuando se tiene voluntad política y se ponen medios.

En ese sentido, creo que hay que simplificar, hay que optimizar el servicio y a qué se dedica el gasto público. Si un señor o una señora en su casa tiene que optimizar el uso de los recursos que tiene, ¿qué es lo que hace? Lo primero, eliminar todo gasto consuntivo que no sea imprescindible para lo que la familia precisa, lo que no es prioritario.  Hubo un alcalde en Bilbao, Iñaki Azkuna, que  fue declarado el mejor alcalde del mundo por su gestión en el Ayuntamiento. Cambió la ciudad, entre el Guggenheim, la recuperación de la ría, el metro... Su ayuntamiento era el más transparente, cualquier ciudadano accedía a la web y sabía cuántos folios había comprado, a qué precio y a quién. Los tiempos de respuesta para que el ciudadano supiera que su expediente había entrado, con qué número y a quién, era máximo de 24 horas. Yo eso lo compro.

Y al Gobierno de España que salga de las elecciones ¿qué le pide?

Primero seguridad jurídica. No me cambien las reglas del juego a mitad de la jugada. No me puede usted meter cambios normativos que me obligan a adaptarme a lo que usted quiere en lugar de que se adapte la Administración a lo que es la realidad de las empresas. Hay una inseguridad jurídica y ya me pueden venir con cuentos de sirena el que quiera.

Lo segundo es que dejemos de demonizar a quien genera riqueza. Es una cosa que me asombra. ¿Quién genera empleo en este país? El sector privado y luego, a través de los tributos que todos pagamos, el sector público con los funcionarios y empleados públicos. Y resulta que tengo ministros que se sientan en la mesa del Consejo y que adoptan decisiones que ponen a parir a los empresarios. Son cosas de las que cualquiera que vea fuera se despiporra.

Los impuestos son necesarios para pagar los servicios públicos. ¿Qué hacemos con nuestro sistema fiscal? ¿En qué se puede mejorar?

Yo soy partidario de que lo que hay que tocar es el gasto público, en qué gastamos ese dinero. La AIReF, organismo independiente de la Administración, establece que entre 50.000 y 60.000 millones de euros se gastan innecesariamente. Vamos a poner encima de la mesa si son o no son suficientes los ingresos. 

Luego vamos a hablar en igualdad de condiciones. Se dice, y con razón, que la presión fiscal en España está cuatro puntos por debajo de la UEen comparación con el PIB y eso es cierto. Pero es que nos estamos haciendo trampas al solitario porque en España el 20% es economía sumergida, no paga impuestos. Es la factura sin IVA, el servicio que se paga en negro o que no se declare el pago de horas extraordinarias en una nómina. Son muchas cositas. Si lo hacemos aflorar, en lugar de estar cuatro puntos por debajo, estaríamos dos puntos por encima.

Si nos vamos a otro término, es superior el esfuerzo fiscal que tiene que hacer el trabajador, empresario o rentista, respecto a sus ingresos. 

Es una falacia decir que no se pagan impuestos en España. Paga más el que paga, lo que pasa es que hay muchos que no pagan. 

En Castilla-La Mancha se han puesto en marcha incentivos para ayudar a las empresas que están en zonas poco pobladas ¿Es suficiente? 

Una de las principales luchas contra la despoblación las hacen las empresas familiares. Hay pueblos que se mantienen porque está la empresa. Aquí tenemos muchísimos ejemplos de pueblos que tienen vida porque esa empresa que arrancó hace una o dos generaciones se mantiene allí y tiene cuarenta, cincuenta o cien trabajadores. Una de las formas de luchar contra el despoblamiento es que haya actividad empresarial, actividad económica. Eso lo hace la empresa familiar porque no renuncia a su origen. ¿Donde nació Joma y dónde está la sede? En Portillo. Incarlopsa, en Tarancón. García Baquero en Alcázar de San Juan. Empresas que son referentes en la economía nacional y algunas son multinacionales siguen estando en el sitio que las vio nacer. La empresa familiar está vinculada al nombre de la familia, quiere salir a la calle y que no seas 'un escapado'.

¿Qué ocurre cuando ese relevo en una empresa familiar no está garantizado? ¿Qué se hace para que ese negocio no cierre?

Nosotros hemos montado el Foro de Jóvenes de la Empresa Familiar que ha sido un éxito porque se llevan fenomenal, han creado empatía entre ellos y se dan cuenta que hay problemas y soluciones que son similares independientemente del sector de actividad. Esto se ha planteado en un escenario que hemos llamado escuela de sucesores, que es un proyecto original nuestro de aquí, con el apoyo del bufete Cuatrecasas. En esa escuela de sucesores se están planteando todos los escenarios. 

En una empresa familiar uno termina convirtiéndose, no en el propietario, sino en el usufructuario de la empresa porque tienes la obligación de dejársela a la generación que te sucede.

¿Qué pasa si la sucesión no se genera en la gestión? Pues a buscar al mejor, ponerle al frente de la empresa y que la gestione lo mejor posible. Esa generación a lo mejor está en el Consejo de Administración y no en la Dirección y no pasa nada. 

La última solución sería que la vendiera, pero la venta de una empresa familiar es un fracaso de todos, de que no se ha sabido gestionar la sucesión.

Fue el primer alcalde de Toledo de la democracia por UCD. En las últimas autonómicas y municipales Ciudadanos prácticamente ha desaparecido. ¿Es complicado el centro en España?

Yo sigo pensando que la política de España, cuando mejor ha ido, es cuando ha sido una política centrada, pactando en el centro, como se hizo con el pacto constitucional, los pactos de La Moncloa…. Se trataba de hacer un pacto económico que permitiera salir de la crisis de aquellos años, con una inflación que estaba por encima del 20%, con tipos de interés del 15%, con un desempleo importante, etc. No  teníamos más remedio que adecuarnos a lo que iba a ser el camino de entrada al mercado común de entonces, hoy UE. Pues CCOO, UGT, Partido Comunista, PSOE, UCD, en aquel momento Alianza Popular, al 100% o con alguna cosilla al margen, todos estuvimos de acuerdo. En la política que luego llevó a cabo Felipe González en su etapa de presidente, se intentaron sentar las bases con acuerdos y pactos que fueran mayoritarios entre toda la sociedad española. Luego, yo no sé qué ha ido pasando en este país, que es como si nos gustara recuperar las confrontaciones y enfrentamientos de las dos España que tan bien pintó Goya o que tan bien definió Antonio Machado.  

El escenario que tenemos es que PSOE pacte con quien está más a su izquierda o el PP con quien está más a su derecha ¿Le preocupa? 

Sí. Es volver a la dualidad de las Españas. ¿Quién gana radicalizando su mensaje? Es dar la razón al radical del otro lado para justificar que radicalice más su mensaje. Si tú, en cambio, avanzas en que se acuerde por mayorías importante lo que es el eje central de la política de un país, el que quiera que se apunte, pero ya no te condiciona. No nos pasaría como estamos ahora, que estamos siendo siervos de la minoría de Bildu, de la minoría de Esquerra Republicana, de minorías que en un momento determinado exigen una determinada contrapartida para dar su voto. Pero parece ser que es imposible. 

En su época de alcalde había también partidos a un extremo y al otro de la horquilla política ¿en qué se diferencian de los de ahora?  

Yo en mi ayuntamiento tuve concejales del PSOE, del Partido Comunista, de la entonces Alianza Popular y de Fuerza Nueva. En pleno el 96-98% de los acuerdos fueron por unanimidad. Todos los presupuestos. 

Otros tiempos…

Tenía delegados de la Alcaldía que eran del Partido Comunista, del PSOE, de Fuerza Nueva, de  Alianza Popular, UCD ¿Y qué pasa? ¿Tiene ideología el que funcione mejor la recogida de basuras o que funcionen las luces en las calles? Luego sí, había debate ideológico, divertido y fuerte en el pleno. Y después nos íbamos a tomar unas copas todos juntos. ¿Es que el acuerdo es peor que el desacuerdo y la confrontación?